DÍA DIECINUEVE.
Estima del tiempo.
BREVES MEDITACIONES SOBRE LOS NOVÍSIMOS
P. Juan Pedro Pinamonte, S.I.
y oración por los difuntos
ORACIÓN INCIAL
Por la señal…
Pongámonos en la presencia de Dios y adoremos su Divina Majestad.
Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor.
Haced que la meditación de las verdades últimas de la existencia del hombre sobre la tierra, nos sirvan de estímulo para arrepentirnos y detestar el pecado, y resolvernos a vivir y practicar la virtud.
Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Se leen los puntos para cada día.
DÍA DIECINUEVE.
Estima del tiempo.
El tiempo es un caudal de sumo aprecio; vale tanto un momento, que en solo él puede recobrar a Dios el alma, que por el pecado le perdió. Considerad:
1.- Cuanto bien puedo hacer en este día, y no le hago.
2.- Que este día pasa, y jamás volverá.
3.- Que de este día he de dar estrechísima cuenta, y no pienso en ello. Y lo mismo será de todos los momentos de mi vida. ¡Ay de mí, si les hubiere empleado mal!
FRUTO.
Procurad este día emplearle con una santa codicia de aumentar merecimientos con obras virtuosas, ejecutándolas por todos los motivos santos de que fuere capaz cada acción vuestra. Por ejemplo: En la Misa ejercitad actos de adoración, de fe, de agradecimiento: oídla por motivo de religión, de caridad, de obediencia, & c. La tercera parte del Rosario en gloria de la Santísima Virgen, pidiéndole muchas mercedes.
PARA FINALIZAR
Por el eterno descanso de los difuntos y las benditas almas del purgatorio:
Pater noster…
V/ . Libra, Señor, sus almas.
R/. De las penas del infierno.
V/. Descansen en paz.
R/. Amén.
V/. Señor, escucha mi oración.
R/. Y llegue a ti mi clamor.
V/ . El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
Oremos:
Oh Dios, que otorgas el perdón y buscas la salvación de los hombres, pedimos a tu clemencia por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos tus santos, para las almas de tus siervos que han salido de este mundo, la gracia de tener parte en la beatitud eterna: principalmente para las almas de mis familiares, amigos y bienhechores difuntos, y de aquellas más necesitadas y olvidadas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
V/. Concédeles, Señor, el descanso eterno.
R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.
V/. Descansen en paz.
R/. Amén.
V/. Por la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R/. Amén.