miércoles, 13 de noviembre de 2024

PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA. JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA.

JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA.

 

1.- Es semejante el reino de los cielos a un hombre, padre de familia (este es Dios) que salió muy de mañana, y cerca la hora de tercia, sexta y nona (en toda edad de los hombres) a alquilar obreros para su viña (1), o para el estado particular de cada uno. Salió también cerca de la hora undécima y halló otros que se estaban en, pie, y les dice: ¿Para que estáis aquí todo el día ociosos? Considera que has sido llamado a la viña en la Religión,* tú en el cristianismo, otros en esta dignidad y cargo, etc. Da gracias por ello. Pero mira que no estés ocioso, si acaso antes lo fuiste. Ninguna cosa es más tuya, que el tiempo, cuyo uso sólo de ti pende, para que cada instante puedas emplearle en procurar vida o muerte. Pero no hay cosa también, que sea menos tuya, que el tiempo del cual, como asimismo de tu vida, te está prohibido el mal uso. Porque lo que vivimos, para Dios lo vivimos. Y ¿cuánto tiempo pierdes en pláticas ociosas? Tanta gloria en toda hora desprecias, cuantos bienes podías hacer en ella, te dice san Buenaventura(2)

2.- Siendo pues, ya tarde (3) (en el primer instante después de la muerte) dijo al procurador de la viña: Llama a los obreros y dales su jornal. ¡De cuánto consuelo esta palabra será! Pero sólo a los obreros que no estuvieron ociosos. Considera continuamente el fin de aquel día: corren los tiempos para llegar al fin (4). Da, pues, a todos igual la paga, aunque unos hayan trabaja­ do por corto otros por largo tiempo. Porque Dios atiende en la obra más al fervor y pureza de intención que al tiempo que en ella se gasta. Vengas, pues a la mañana o a la tarde, recibirás la paga a medida de tu fervor. Note lisonjees con los años de Religión,* con el mucho tiempo de vida en el cristianismo; porque Dios pesa sólo el fruto de la enmienda.

3.- Viniendo, pues, los primeros a recibir su jornal, murmuraban (5). Este es el defecto de los viejos tibios. Juzgan que se les debe más, porque son más antiguos en la Religión.* En el siglo gruñen, porque todo se les debe a sus canas; que ningún otro ha de ser atendido; que todos han de sufrir su mal genio, etc. Nosotros que llevamos el peso del día y del calor. Desprecian a los demás. Estos últimos no trabajaron sino una hora. Estos mozos que nacieron ayer, etc. Y no cotejan su tibieza con el fervor de aquellos. Finalmente, los envidian, Los hiciste iguales a nosotros, si algo se le concede a un mozo benemérito, si se le alaba, etc. A los cuales con razón se le responde: Amigo, a ti no te hago injuria. Estén lejos de ti tales quejas. Mas antes, como estás adelantado en tiempo, así has de estar crecido en méritos y virtudes.

 

(1) Matth., 20. (2) Lib. 1 de prof. Relig., c. 13. (3) Matth., 20. (4) Deut., 32. (5) Matth., 20.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.