domingo, 17 de noviembre de 2024

DÍA 18. SENTENCIA FINAL. NOVISIMOS Y ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

DÍA DIECIOCHO.

Sentencia final.

BREVES MEDITACIONES SOBRE LOS NOVÍSIMOS

P. Juan Pedro Pinamonte, S.I.

y oración por los difuntos

 

ORACIÓN INCIAL

Por la señal…

 

Pongámonos en la presencia de Dios y adoremos su Divina Majestad.

 

Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor.

Haced que la meditación de las verdades últimas de la existencia del hombre sobre la tierra, nos sirvan de estímulo para arrepentirnos y detestar el pecado, y resolvernos a vivir y practicar la virtud.

Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Se leen los puntos para cada día.

DÍA DIECIOCHO.

Sentencia final.

Apartados los pecadores de los Justos dará Cristo la sentencia.

1.- Sentencia que nunca se revocará.

2.- Sentencia que al instante se ejecutará.

3.- Sentencia que se intimará una vez para toda la eternidad, Eterna maldición al que pecó, y nunca quiso arrepentirse. Eterna bendición al que, o jamás pecó, o si pecó, hizo con tiempo verdadera penitencia.

 

FRUTO.

Rezad con los brazos en cruz el Miserere, y repetid tres veces con la frente en tierra aquellas palabras: Ne projicias me a facie tua, haciendo tres actos: 1. De humillación. 2. De arrepentimiento. 3. De fervorosa súplica a Cristo crucificado, por el perdón.

 

PARA FINALIZAR

Por el eterno descanso de los difuntos y las benditas almas del purgatorio:

Pater noster…

V/ . Libra, Señor, sus almas.

R/. De las penas del infierno.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

V/. Señor, escucha mi oración.

R/. Y llegue a ti mi clamor.

V/ . El Señor esté con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

 

Oremos:

Oh Dios, que otorgas el perdón y buscas la salvación de los hombres, pedimos a tu clemencia por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos tus santos, para las almas de tus siervos que han salido de este mundo, la gracia de tener parte en la beatitud eterna: principalmente para las almas de mis familiares, amigos y bienhechores difuntos, y de aquellas más necesitadas y olvidadas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

V/. Concédeles, Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

 

V/. Por la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.

R/. Amén.