lunes, 4 de noviembre de 2024

DE EL GRANJERO DE MALDAD. MARTES DE LA VIGESIMOCUARTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


DE EL GRANJERO DE MALDAD.

MARTES DE LA VIGESIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

MARTES DE LA VIGESIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

DE EL GRANJERO DE MALDAD.

 

1.- Un cierto hombre tenía un granjero, y éste fue infamado como que disipaba sus bienes. Y le llamó y le dice: ¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu granjería; porque ya no podrás cuidar más de mi hacienda (1). En este granjero te has de considerar a ti, a quien entregó Dios, no como a señor, sino como a mayordomo, los dones de cuerpo y alma, los naturales y sobrenaturales. Nada tienes de tuyo aunque creas que con tu industria has adquirido algo. Estas obligado, pues, a emplear todas estas cosas según la voluntad de Dios. Tiempo vendrá en que oigas: Da cuenta, en que, con qué fin, de qué modo has empleado todas estas cosas, o estos bienes. Todo lo que no cedió en gloria de Dios se malbarató. Dispón la cuenta con tiempo; porque está cerca la hora.

2.- Dice pues dentro de sí el granjero: ¿Qué he de hacer; porque mi Señor me quita el gobierno de su granja (2)? ¿De dónde nace esta solicitud del granjero? De la conciencia de su mala administración, y de la certeza de que le han de quitar el cargo. A ti no te punza ningún cuidado de dar la cuenta. ¡Oh si considerases con seriedad con cuanta infidelidad administraste los bienes que se te confiaron! ¡Cuán saludablemente te afligirías! Examina en que has empleado tu cuerpo, en qué sus sentidos, en qué el entendimiento, los pensamientos, la voluntad, los afectos, las pasiones, etc. No ignoras que debes emplear todo esto en dar a Dios gloria. ¿Lo has hecho así por ventura? ¡Cuánto has dado al mundo! ¡Cuánto a la carne! ¡Cuánto al amor propio y a la vanidad! Para que tengas, pues, un saludable cuidado, piensa seriamente lo que debes de hacer ahora. Si lo dejas para después, será el trabajo tardío, la meditación del remedio será tarde y sin tiempo.

3.- Y alabo el Señor al granjero de iniquidad por haber obrado con prudencia; porque los hijos de este siglo más prudentes son en su generación, que los hijos de la luz (3). Mirar por sí para lo de adelante, es cosa de gran prudencia. Esto es en lo que los mundanos exceden a los espirituales y buenos. ¡Cómo disponen aquellos los medios para lograr sus fines! ¡Cómo no dejan uno que no intenten! ¡Cómo instan en esto con una suma intensión, y a la verdad por alcanzar una corona, un bien corruptible (4)! Y ¿qué haces tú, que eres hijo de la luz llamado a más noble instituto, colmado de mayor gracia, ayudado de mayores auxilios? Los hijos de este siglo estudian en agradar al mundo; tú a Dios. ¡Qué cuidados no emplean! ¡qué trabajos! ¡qué dificultades! ¡Cómo de día y de noche no piensan en otra cosa, que en el modo de salir con sus intentos! ¿Y tú por ventura aguantas tales cosas por Dios? ¿Por la eternidad?

 

(1) Luc., 16. (2) Luc., 16. (3) Luc., 16. (4) I Cor., 9.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.