ZAQUEO BUSCA MODO DE VER A JESÚS.
MIÉRCOLES DE LA VIGESIMOSEXTA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
MIÉRCOLES DE LA VIGESIMOSEXTA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
ZAQUEO BUSCA MODO DE VER A JESÚS.
1.- Mira a un hombre llamado Zaqueo, y éste era el principal de los publicanos, y rico, y deseaba ver quién era Jesús (1). ¡Admirable cosa por rara! Un rico principal entre publicanos deseaba ver a Cristo; pero movido por instinto del Espíritu Santo, por cuya moción le buscaba. Para que veas, que no fue un curioso y tibio deseo, sino espiritual y operativo. Bien sé que deseas ver a Jesús; mas no le buscas, no pones con constancia aquellos medios que se enderezan a esto. ¡Miserable de ti que con meros deseos te consumes!
2.- Y no podía por la mucha gente, porque era pequeño de cuerpo (2). Dos cosas tienes aquí que te impiden el que veas a Dios perfectamente, y te unas a Él con estrechez. La primera es la turba, o la multitud de tus afectos tumultuantes, y las pasiones indómitas del ánimo. Estas te hacen volver atrás, y apartarte, cuando quieres llegarte a Dios. La segunda es tu pequeñez, porque no te levantas sobre ellas, y no rompes por todo, para ir adelante. Reconoce en ti mismo cuanta verdad sea ésta, para que con este conocimiento te determines a oprimirlas.
3.- Y adelantándose con presteza, se subió al árbol sicomoro, o higuera loca, porque había de pasar por allí (3). Aquí tienes lo que debes hacer para que puedas ver a Jesús. 1. Debes adelantarte a la turba con la continua premeditación, y huyendo las ocasiones y lances en que sueles dar cumplimiento a tus pasiones. Caes porque no meditas bastantemente lo que has de hacer. 2. Debes ponerte en el sitio por donde Cristo ha de pasar. Esto es: has de buscar y lograr la ocasión del bien. 3. Debes subir a la higuera loca. Esto es: pisar con tus pies la vanidad del mundo, dice san Ambrosio (4). Debes no huir de aquello que el mundo tiene por locura. ¿Qué ánimo tienes para esto?
(1) Luc., 19. (2) Ibid. (3) Ibid. (4) Lib. 8 in Luc.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.