Monición inicial: En este año de la misericordia,
el Papa Francisco nos ha invitado a redescubrir las obras de misericordia como
seña de identidad de nuestra fe en Jesús. “La predicación de Jesús –y toda su
vida- nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta
si vivimos o no como discípulos suyos.”
Al
meditar los misterios del nacimiento, vida, pasión y gloria del Señor de la
mano de la Virgen María, pidamos la gracia de imitar a Aquel que es Rostro de
la misericordia del Padre.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La
Resurrección del Señor.
Las
mujeres iban al sepulcro a cumplir con los ritos establecidos. “Enterrar a los
difuntos”, celebrar sus exequias debidamente, visitar y cuidar el lugar donde
reposan sus restos es una obra piadosa y una manifestación de nuestra fe en la
Resurrección de la carne.
2.- La Ascensión
del Señor
Jesús
sube al Padre, pero promete su presencia en medio de sus discípulos. El drama
de nuestra sociedad es “la soledad” donde a pesar de que hay mucho ruido y
entretenimientos, la gente se siente sola y abandonada, como si no le
importasen a nadie. Como cristianos hemos de transmitir la presencia de Dios en
la vida de cada hombre, no solo con palabras, sino con nuestra propia cercanía.
3.- La Venida del
Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Todo
lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá” dice Jesús a sus
discípulos. El cristiano es hombre de oración y de intercesión. Hay que “rezar a Dios por los vivos y por los
difuntos.”
4.- La Asunción
de María Santísima a los Cielos
La
Virgen asunta al cielo es primicia del destino al que todos estamos llamados.
Dios no quiere salvar solamente nuestra alma, sino también nuestra carne. Las
obras de misericordia responden a esta intención divina: obras de misericordia
espirituales, obras de misericordia materiales. Todas son importantes, todas
son necesarias.
5.- La Coronación
de la Virgen como Reina y Señora de todo lo creado.
San
Bernardo escribe: "María se ha hecho toda para todos y a todos abre el
seno de su misericordia a fin de que todos reciban la gracia que necesitan: el
esclavo, el rescate; el enfermo, la salud; el afligido, el consuelo; y el
pecador, el perdón". Imitemos a María, Madre de misericordia. Acudamos a
ella para alcanzar misericordia.