EL TRABAJO COLABORACÍÓN CON DIOS CREADOR Y REDENTOR
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia (n.262-263)
El trabajo humano ha de manifestar las perfecciones del universo que tienen en el Verbo increado su
principio y su modelo.
Las cartas de los apóstoles destacan la actividad de toda la Trinidad en la
Creación. Una creación ordenada que plasma la sabiduría divina y que el hombre
debe descubrir, secundar y llevar a cumplimiento. En Jesucristo, el mundo
visible, adquiere nuevamente el vínculo original con la misma fuente divina de
la Sabiduría y del Amor y el trabajo humano se transforma en un servicio a la
grandeza de Dios.
El trabajo es
una verdadera participación en la obra de la creación pero también en la obra de
la redención.
Quien soporta la penosa fatiga del trabajo en unión con Jesús coopera, en
cierto sentido, con el Hijo de Dios en su obra redentora y se muestra como
discípulo de Cristo llevando la Cruz cada día, en la actividad que está llamado
a cumplir. Así el trabajo puede ser considerado como un medio de santificación.