PADRE NUESTRO EUCARÍSTICO.
Oración de San Pedro Julián Eymard
Oración de San Pedro Julián Eymard
Padre Nuestro, Hágase tu voluntad. Nuestro Padre que estás
en el Cielo, en el Cielo de la Eucaristía. A ti que estás sentado en el trono
de la gracia y el amor, sea la bendición, y el honor y el poder y la gloria por
todos los siglos de los siglos.
Santificado sea tu Nombre, primero en nosotros, a través del Espíritu de tu humildad, obediencia y caridad. Que pueda Yo en toda humildad y deseo hacerte conocido, amado y adorado por todos los hombres en la Sagrada Eucaristía.
Santificado sea tu Nombre, primero en nosotros, a través del Espíritu de tu humildad, obediencia y caridad. Que pueda Yo en toda humildad y deseo hacerte conocido, amado y adorado por todos los hombres en la Sagrada Eucaristía.
Venga a nosotros tu Reino, tu Reino
Eucarístico. Reina Tu solo sobre nosotros para tu mas grande gloria a través
del poder de tu amor, el triunfo de tus virtudes, y la gracia de una vocación
eucarística en mi estado de vida.
Concédenos la gracia y la misión de tu amor
santo para que podamos efectivamente extender tu Reino Eucarístico por todas
partes y llevar a cabo el deseo que tu expresaste:
He venido a echar fuego sobre la tierra; ¿ y
que mas me gustaría, sino que estuviera encendida?
Oh, que nosotros pudiéramos ser incendiarios
de tu fuego celestial!
Hágase tu voluntad así en la tierra como en el
Cielo. Concédenos el gozo de encontrar toda nuestra alegría queriéndote a ti
solamente, queriéndote solamente, deseándote solamente y pensando solamente en
Ti.
Concede que negándonos a si mismos siempre y
en todas las cosas, podamos encontrar luz y vida, en obedecer tu buena,
aceptable y perfecta voluntad.
Haré lo que quieras, lo haré porque tu lo
quieres, lo haré como tu lo quieres, lo haré siempre y cuando tu lo
quieras.
Perece nuestros pensamientos y deseos, si
ellos no son puramente de Ti, para Ti y en Ti.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Tu eres
nuestro Señor Eucarístico y Tu solamente serás nuestra comida y vestido,
nuestras riquezas y gloria, nuestro remedio en la enfermedad, y nuestra protección
en contra de todo mal. Tu serás todas las cosas para nosotros.
Y perdónanos nuestros pecados. Perdóname
Jesús, porque Yo siento mucho por mis pecados, tal como se presentan ante tus
ojos.
Como nosotros perdonamos a los que nos
ofenden. Para cualquiera que nos haya ofendido en cualquier forma, con todo
nuestro corazón le perdonamos y le deseamos los regalos de tu amor.
Y no nos dejes caer en la tentación, mas
líbranos del mal. Libéranos Jesús, del demonio del orgullo, la impureza, el
desacuerdo y la complacencia.
Libéranos de los cuidados y preocupaciones de
la vida, para que con un corazón puro y una mente libre podamos gozosamente
pasar nuestra vida y consagrar todo lo que somos y lo que tenemos al servicio
tuyo, nuestro Señor Eucarístico. Amen.
En Ti, Oh Señor Jesús, Yo he tenido la
esperanza; no dejes que nunca me confunda. Tu solamente eres bueno. Tu
solamente eres poderoso. Tu solamente eres eterno. A Ti solamente sea el honor
y la gloria, el amor y el agradecimiento, por los siglos de los siglos. Amen.