Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: El 4 de agosto de 1859 entregaba su alma a Dios el Santo cura de Ars, san
Juan María Vianney, que durante más de cuarenta años se entregó de una manera
admirable al servicio de la parroquia que le fue encomendada en la aldea de
Ars, cerca de Belley, en Francia, con una intensa predicación, oración y
ejemplos de penitencia. Diariamente catequizaba a niños y adultos, reconciliaba
a los arrepentidos y con su ardiente caridad, alimentada en la fuente de la
Eucaristía, brilló de tal modo, que difundió sus consejos a lo largo y a lo
ancho de toda Europa y con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas almas. Con
algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Hay
muchos cristianos que no saben por qué están en el mundo. ¿Por qué, Dios mío,
me has puesto en el mundo? Para salvarte. Y, ¿por qué quieres salvarme? Porque
te amo. ¡Qué bello y grande es conocer, amar y servir a Dios! Es lo único que
tenemos que hacer en el mundo. Todo lo demás es tiempo perdido.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“María,
no me dejes ni un instante, estate siempre a mi lado. Volvamos a ella con
confianza, y estaremos seguros de que, por miserables que seamos, ella obtendrá
la gracia de nuestra conversión. María es tan buena que no deja de echar una
mirada de compasión al pecador. Siempre está esperando que le invoquemos. En el
corazón de María no hay más que misericordia.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“La
gracia de Dios nos ayuda a andar y nos sostiene. Nos es tan necesaria como las
muletas a un lisiado.”
4.-La Transfiguración del Señor
“La
oración hace que el tiempo parezca pasar rápidamente, y tan gratamente, que uno
no se da cuenta de cuánto tiempo pasó.”
5.- La institución de la Eucaristía
“Si
supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande
haríamos por asistir a ella.”