Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial:
Se celebra hoy a San Juan Eudes, sacerdote y fundador, que durante muchos
años se dedicó a la predicación en las parroquias. Fomentó de una manera
especial la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Vivió en el
siglo XVII.
Con él, pedimos: Oh, Inmaculado
Corazón de María, que por tu perfecta comunión de amor con el Corazón de tu
Hijo, recibiste espiritualmente la misma espada que le traspaso Su Corazón, e
pedimos nos enseñes a alcanzar esa misma comunión de amor.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Consagremos
este día, esta noche, esta tarde, o esta
hora a honrar la agonía de nuestro Señor en el huerto de los Olivos, que es el primer misterio de
la pasión: Meditemos con fe en lo que
Jesús sufrió en ese lugar para animamos a sufrir con él.”
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
“Tú,
Salvador mío, sólo tienes designios de paz, de caridad y de bondad hacia los hombres. Ellos, en cambio,
sólo tienen pensamientos de malevolencia y de crueldad contra ti. Tú les preparas infinidad de gracias y dones acá en
la tierra, y tronos y coronas gloriosos
para el cielo; ellos te preparan cuerdas, látigos, espinas, clavos, lanzas,
cruces, salivazos, oprobios, blasfemias y toda clase de ignominias, ultrajes y
crueldades. Tú les ofreces el festín delicioso de tu carne y de tu sangre y
ellos te dan a beber hiel y vinagre. Tú
les das tu cuerpo santísimo y ellos lo hieren a
golpes, lo desgarran con látigos, lo perforan con sus clavos y espinas,
lo cubren de llagas de la cabeza a los pies y le hacen padecer los más atroces
tormentos. Finalmente, Señor mío, tú los
amas más que a tu sangre y a tu vida, y las sacrificas por ellos, y
ellos te arrancan el alma del cuerpo a fuerza de tormentos.”
3. La
coronación de espinas
“No te engañes, pues, imaginando que hay sólo rosas
y delicias en los caminos de Dios. Encontrarás en ellos variadas espinas y
trabajos. Pero si amas al Señor con fidelidad, su amor cambiará la hiel en miel
y la amargura en dulzura. Harás mejor, en cambio, si, mientras estés en esta
vida, colocas tu paraíso en las cruces y tribulaciones. Porque en ellas
glorificas más a Dios y le demuestras tu amor y en ellas Jesús, tu esposo y tu
cabeza, colocó su alegría y su paraíso, hasta llamar al día de su pasión el día
de la alegría de su corazón.”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Hacemos profesión de librar una guerra a muerte
contra el pecado; de vivir, como Jesucristo, en espíritu de continua oración,
de tomar con él su cruz y su muerte en nuestros cuerpos y espíritus y de continuar
el ejercicio de su humildad, confianza en Dios, obediencia y sumisión, de su
celo por la gloria, de su Padre y por la salvación de las almas y demás
virtudes suyas. “
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Verás
que el pecado es un cruel y horrendo homicida y deicida. Porque es la causa
única de la muerte del cuerpo y del alma del hombre y porque pecado y pecador
han hecho morir a Jesucristo en la cruz y lo siguen crucificando todos los
días. Finalmente destruye la naturaleza, la gracia, la gloria y todas las cosas
por haber destruido, en lo que de él dependía, al autor de todas ellas.”