martes, 12 de marzo de 2024

EVANGELIO DEL DÍA: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me he enviado

MARTES DE LA IV SEMANA DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano

Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me he enviado

Evangelio según San Juan 7,14-31. 
A mitad de la fiesta, subió Jesús al templo y se puso a enseñar.  Los judíos preguntaban extrañados: «¿Cómo es este tan instruido si no ha estudiado?». Jesús entonces les contestó: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado;  el que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios podrá apreciar si mi doctrina viene de Dios o si hablo en mi nombre. Quien habla en su propio nombre busca su propia gloria; en cambio, el que busca la gloria del que lo ha enviado, ese es veraz y en él no hay injusticia.  ¿Acaso no os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué queréis matarme?». Respondió la gente: «Tienes un demonio, ¿quién quiere matarte?».  Jesús les contestó: «He hecho una obra y todos os admiráis  por ello. Moisés os dio la circuncisión —aunque no es de Moisés, sino de los patriarcas— y vosotros circuncidáis a un hombre en sábado.  Si un hombre recibe la circuncisión en sábado para que no se quebrante la ley de Moisés, ¿por qué os enojáis contra mí porque he curado en sábado a un hombre enteramente?  No juzguéis según apariencia, sino juzgad según un juicio justo».  Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es este el que intentan matar?  Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías?  Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene». Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis;  yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado». Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora. De la gente, muchos creyeron en él y decían: «Cuando venga el Mesías, ¿acaso hará obras mayores que las que ha hecho este?».

TEXTOS DE LA MISA Martes de la IV semana

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