“JESÚS ESTABA LANZANDO UN DEMONIO.” Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
III domingo de Cuaresma
Comentarios al Evangelio
de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
Lucas 11, 14-16 Y estaba Jesús
lanzando un demonio, el cual era mudo; y así que hubo echado al demonio, habló
el mudo, y se maravillaron las gentes. Mas algunos de ellos dijeron: "Por
arte de Beelzebub, príncipe de los demonios, echa los demonios", y otros
por tentarle le pedían les hiciese ver algún prodigio del cielo. (vv. 14-16)
Glosa
Había ofrecido el Señor que daría el
Espíritu bueno a los que lo pidiesen, cuyo beneficio da a conocer con el
siguiente milagro. De aquí prosigue: "Y estaba Jesús lanzando un demonio
el cual era mudo".
Teofilato
Se llama mudo kwfoV, (cofos), al que
no habla y también al que no oye. Pero con más propiedad al que ni oye, ni
habla. El que no ha oído desde que nació, necesariamente no habla porque se nos
enseña a hablar por medio del oído. Pero si alguno pierde el oído por cualquier
accidente, conserva, sin embargo, la facultad de hablar. Pero el que se
presentó al Señor era mudo y sordo.
Tito Bostrense, in Matth
Llama mudo y sordo al demonio,
porque infunde las pasiones para que no se oiga la divina palabra; porque los
demonios privando a los hombres de la aptitud para obrar bien, cierran el oído
de nuestra alma. Por esto vino Jesucristo a arrojar al demonio, para que
podamos oír la palabra de la verdad. Curó a uno para dar a todos la salud. Por
esto sigue: "Y así que hubo echado al demonio, habló el mudo".
Remigio
Este endemoniado, según San Mateo,
no sólo era mudo sino también ciego. Luego hizo tres milagros en un solo
hombre. Siendo ciego ve, siendo mudo habla, estando poseído por el demonio
queda libre. Esto se verifica todos los días en la conversión de los creyentes.
Primeramente, expulsado el demonio, ven la luz de la fe y después se desatan en
alabanzas al Señor aquellas bocas que antes eran mudas.
San Cirilo, in Cat. graec. Patr
Una vez hecho este milagro el pueblo
lo ensalzaba haciéndolo público y dándole la gloria que conviene a Dios. Por
esto sigue: "Y todas las gentes quedaron muy admiradas".
Beda
Admirándose siempre las turbas -que
parecían menos instruídas- de los hechos del Señor, los escribas y los fariseos
se esforzaban en negarlos o en darles mala interpretación, haciéndolos aparecer
no como obra de la divinidad, sino del espíritu inmundo. Por esto sigue el
evangelista: "Mas no faltaron allí algunos que dijeron": "Por
arte de Beelzebub, príncipe de los demonios, echa El los demonios".
Beelzebub era el dios de Accaron 1; Beel es lo
mismo que Baal y Zebub quiere decir mosca. Por tanto, Beelzebub viene a
significar el señor de las moscas 2, de cuyo
asqueroso rito tomó el nombre el príncipe de los demonios.
San Cirilo, ubi supra
Otros, estimulados por los mismos
aguijones de la envidia, le pedían que hiciese milagros; por esto sigue:
"Y otros por tentarle le pedían les hiciese ver algún prodigio del
cielo". Como diciendo: Aun cuando arrojas los demonios del cuerpo de un
hombre, no es prueba suficiente de la obra divina; todavía no hemos visto algo
que pueda compararse con los primitivos milagros: Moisés pasó al pueblo de
Israel por medio del mar ( Ex 12); Josué, que le sucedió, detuvo al sol en
Gabaón ( Jos 10). Pero tú no nos has hecho ver nada de esto. Al pedir, pues,
milagros estupendos, daban a conocer cuáles eran entonces sus pensamientos
respecto de Jesucristo.
Notas
1. Accaron o Eqrón: ciudad filistea.
2. O también: señor del estiércol.
17-20 Pero Jesús,
penetrando sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido en partidos
contrarios, quedará destruido; y una casa dividida en facciones camina a la
ruina. Pues si Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo ha de
subsistir su reino? ya que decís vosotros que yo lanzo los demonios por arte de
Beelzebub. Y si yo por virtud de Beelzebub lanzo los demonios, ¿vuestros hijos
por quién los lanzan? Por tanto, ellos mismos serán vuestros jueces. Mas si con
el dedo de Dios lanzo los demonios, es evidente que el reino de Dios ha llegado
ya a vosotros". (vv. 17-20)
San Crisóstomo, hom. 42, in Matth
Siendo inconveniente la sospecha de
los fariseos, no se atrevían a publicarla por miedo a la muchedumbre, sino que
la desenvolvían dentro de su conciencia. Por esto sigue: "El, cuando vio
los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, será
asolado".
Beda
No responde a lo que han dicho sino
a lo que piensan, para que se viesen compelidos a creer en el poder de Aquel
que veía los secretos del corazón.
Crisóstomo, ut supra
No respondía según las Escrituras,
porque no les prestaban atención, falseándolas en su explicación, sino según lo
que generalmente sucede. Porque la casa y la ciudad, una vez divididas, se
destruyen prontamente, y lo mismo un reino que es lo que hay de más fuerte,
siendo la unión de los súbditos la que afirma los reinos y las casas. Ahora
bien, dice, si yo lanzo a los demonios por arte del demonio, los demonios están
divididos y concluye su poder. Por esto añade: "Pues si Satanás está
también dividido contra sí mismo, ¿cómo ha de subsistir?", etc. Porque
Satanás no lucha contra sí mismo, ni hace daño a sus satélites, sino más bien
afirma su reino. Luego sólo resta decir que yo destruyo a Satanás por poder
divino.
San Ambrosio
También da a conocer en esto que su
reino es indisoluble y eterno; y por tanto, a los que no esperan en Jesucristo,
sino que creen que arroja a los demonios en virtud del príncipe de los
demonios, les niega que sean de su reino eterno, lo cual se refiere también al
pueblo judío. En efecto, ¿cómo puede ser eterno el reino de los judíos, el
pueblo guardián de la ley, cuando niega a Jesús anunciado por ella? Y así la fe
del pueblo judío se contradice; contradiciéndose se divide; dividiéndose se
destruye; y por tanto, el reino de la Iglesia subsistirá siempre, porque su fe
es indivisible y su cuerpo es uno solo.
Beda
El reino del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo tampoco está dividido, sino que está establecido con estabilidad
eterna. Renuncien, pues, los arrianos a sostener que el Hijo es menor que el
Padre, y el Espíritu Santo menor que el Hijo, porque los que tienen el mismo
reino tienen la misma majestad.
Crisóstomo, in Matthaeum hom. 42
Esta es la primera solución, pero la
segunda (que se refiere a los discípulos) es la que da en seguida diciendo:
"Y si yo por virtud de Beelzebub lanzo los demonios: ¿vuestros hijos por
quién los lanzan?". No dice mis discípulos, sino vuestros hijos, queriendo
calmar su furor.
San Cirilo, in Cat. graec. Patr
Fueron judíos los discípulos de
Jesucristo, pues procedían de los judíos según la carne, los cuales habían
recibido de Cristo poder sobre los espíritus inmundos, y en el nombre de Cristo
libraban de ellos a los poseídos. Por tanto, cuando vuestros hijos venzan a
Satanás en mi nombre, ¿no es una gran insensatez decir que yo tengo este poder
de Beelzebub? Así vosotros seréis condenados por la fe de vuestros hijos. De
aquí sigue: "Por esto serán ellos vuestros jueces".
Crisóstomo, hom. 42 ut sup
Porque, puesto que hay entre
vosotros quien me obedece, claro es que condenará a los que obran en contrario.
Beda
O bien, designa como hijos de los
judíos a los exorcistas de aquella gente que arrojaban a los demonios invocando
a Dios; como diciendo: si la expulsión de los demonios en vuestros hijos se
atribuye a Dios y no a los demonios, ¿por qué cuando se trata de mí no ha de
reconocer igual causa la misma obra? Luego ellos mismos serán vuestros jueces,
no por poder sino por comparación; porque ellos atribuyen a Dios la expulsión
de los demonios y vosotros a Beelzebub, príncipe de los demonios.
San Cirilo, ubi sup
Luego si lo que dices tiene carácter
de calumnia, resulta que yo arrojo los demonios por medio del Espíritu de Dios.
Por esto sigue: "Mas si con el dedo de Dios lanzo los demonios,
ciertamente llegó a vosotros el reino de Dios".
San Agustín. De cons. Evang., lib. 2, cap. 38
Lo que San Lucas llama dedo de Dios,
San Mateo llama Espíritu de Dios. Y, sin embargo, no hay en esto disparidad;
sino que más bien enseña que debemos conocer el sentido en que debemos entender
las palabras "dedo de Dios" en cualquier lugar que las hallemos de la
Sagrada Escritura.
San Agustín. De quaest. Evang. lib. 2, q. 17
Se llama al Espíritu Santo dedo de
Dios, por la equitativa distribución de sus dones entre los hombres y los
ángeles; puesto que en ningún miembro nuestro se hace la división más patente
que en los dedos.
San Cirilo, in Thesauro, lib. 13, cap. 2
O bien es llamado el Espíritu Santo
dedo de Dios, como el Hijo es llamado la mano y el brazo del Padre; pues el
Padre lo hace todo por El. Como el dedo no está separado de la mano sino que
está unido naturalmente a ella, así el Espíritu Santo está unido al Hijo
consustancialmente, y el Hijo todo lo hace por El.
San Ambrosio
Por la unión de nuestros miembros,
además, no puede dividirse nuestra fuerza, puesto que no puede haber división
en lo que es indivisible; y por tanto, el nombre de dedo debe referirse a la
unidad y no a la división del poder.
San Atanasio, orat. 2, contra Arrianos
Pero ahora, en razón de su
humanidad, quiere el Señor aparecer menor al Espíritu Santo, diciendo que echa
los demonios en virtud del citado Espíritu. Con ello da a conocer que no es
suficiente la naturaleza humana para arrojar a los demonios; solo puede en
virtud del Espíritu Santo.
San Cirilo, in Cat. graec. Patr
Por esto se dice muy oportunamente:
"El reino de Dios ha llegado a vosotros"; esto es, si yo, siendo
hombre, en virtud del Espíritu divino arrojo los demonios, la naturaleza humana
ha sido enriquecida en mí y viene el Reino de Dios.
San Juan Crisóstomo, in Matthaeum hom. 42
Dice "sobre vosotros",
para atraerlos. Como diciendo: Si os vienen los días de la prosperidad, ¿por
qué os hastiáis de vuestros bienes?
San Ambrosio
También manifiesta el fuerte poder
que hay en el Espíritu Santo en quien está el Reino de Dios; y como el Espíritu
Santo habita en nosotros, venimos a ser real morada suya.
San Tito Bostrense, in Matth
O bien dice: "el reino de Dios ha llegado a vosotros", para dar a entender que ha llegado contra vosotros y no a favor vuestro; terrible será la segunda venida de Jesucristo para los malos cristianos.
21-23 "Cuando
un hombre valiente guarda armado la entrada de su casa, todas las cosas que
posee están seguras. Pero si otro más fuerte que él le vence, le desarmará de
todos sus arneses, en que tanto confiaba, y repartirá sus despojos. Quien no
está por mí, está contra mí; y quien no recoge conmigo, desparrama". (vv.
21-23)
San Cirilo, in Cat. graec. ubi sup
Como era necesario por muchas
razones rebatir las palabras de sus detractores, utiliza un ejemplo clarísimo,
por medio del cual demuestra a los que lo quieran comprender que el príncipe de
este mundo es vencido por el poder que El tiene, por eso dice diciendo:
"Cuando el fuerte armado guarda su atrio", etc.
San Juan Crisóstomo, homil. 42, in Matth
Llama fuerte al diablo, no porque lo
sea por naturaleza, sino dando a conocer su antigua tiranía, causada por
nuestra debilidad.
San Cirilo, in Joan, lib. 10, cap. 11
Antes de la venida del Salvador usó
de mucha violencia en el mundo robando los rebaños ajenos -esto es, los de
Dios- y conduciéndolos, por decirlo así, a su propio redil.
San Teofilacto
Sus armas son los pecados de toda
clase, en los que confía para prevalecer contra los hombres.
Beda
Llama su atrio 1 al mundo,
porque está ocupado por la malicia ( 1Jn 5,19) teniendo en él todo poder hasta
la venida del Salvador, como que descansaba en los corazones de los infieles
sin contradicción ninguna, pero fue vencido por uno más fuerte en poder,
Cristo, que al liberar a todos los hombres lo expulsó del mismo, por esto
añade: "Pero si sobreviniendo otro más fuerte que él lo venciere",
etc.
San Cirilo, ubi supra
Después que el Verbo del sumo Dios,
dador de toda fortaleza y Señor de todas las virtudes, se hizo hombre, lo
acometió y le quitó sus armas.
Beda
Sus armas son la astucia, el engaño
y la torpeza espiritual; y sus restos son los hombres engañados por él.
San Cirilo, ubi supra
Porque los judíos que desde hacía
tiempo habían sido seducidos por él por el error y la ignorancia acerca de Dios,
han sido llamados por los Santos apóstoles hacia el anuncio de la verdad y
ofrecidos a Dios Padre por la fe que prestaban al Hijo.
San Basilio, in Esai, 18
Distribuyó también sus restos,
mostrando el fiel amparo de los ángeles para la salud de los hombres.
Beda
Jesucristo como vencedor distribuye
los restos -lo cual es señal de triunfo-, porque conduciendo cautiva a la
cautividad, repartió sus dones a los hombres; esto es, ordenando que unos sean
apóstoles, otros evangelistas, otros profetas y otros pastores y doctores ( Ef
4).
San Juan Crisóstomo, hom. 42, ut sup
Después pone la cuarta solución
cuando añade: "Quien no está conmigo está contra mí". Como diciendo:
yo quiero ofrecer los hombres a Dios y Satanás todo lo contrario. ¿Cómo, pues,
el que no coopera conmigo, sino que disipa lo que es mío, puede estar conforme
conmigo para arrojar a los demonios? Prosigue: "Y el que no recoge
conmigo, desparrama".
San Cirilo, ubi supra
Como diciendo ( Mt 12,45): Yo he
venido a reunir a los hijos de Dios dispersados por el demonio; y el mismo
Satanás, como no está conmigo, procura esparcir lo que yo he reunido y salvado.
¿Cómo, pues, ha de darme el poder el que combate todos mis designios?
San Juan Crisóstomo, hom. 42, ut sup
Pero si el que no coopera es
adversario, mucho más lo es el que se me opone. Me parece que en esta alegoría
alude a los judíos igualándolos con el demonio, pues ellos obraban contra El y
dispersaban a los que El congregaba.
Notas
1. Por extensión se refiere a la casa.
24-26 "Cuando
un espíritu inmundo ha salido de un hombre, se va por lugares áridos buscando lugar
donde reposar; y cuando no le halla, dice: me volveré a mi casa de donde salí:
y cuando vuelve la halla barrida y bien adornada. Entonces va y toma consigo
otros siete espíritus peores que él, y entrando en esta casa fijan en ella su
morada. Con lo que el último estado de aquel hombre es peor que el
primero". (vv. 24-26)
San Cirilo in Cat. graec Patr
Después de lo dicho manifiesta el
Señor los errores en que había caído el pueblo de los judíos respecto de
Jesucristo, diciendo: "Cuando el espíritu inmundo ha salido de un
hombre", etc. Que este ejemplo se refiere a los judíos lo expresa San
Mateo cuando dice ( Mt 12,45): "Así sucederá a esta pésima
generación": Y fue así que en todo el tiempo que habían estado en Egipto
viviendo según las leyes del país, habitó en ellos el espíritu maligno. De él
fueron librados cuando sacrificaron el cordero que figuraba a Jesucristo y
marcaron sus puertas con sangre, evitando así su destrucción.
San Ambrosio
De este modo se compara con un solo
hombre a todo el pueblo judío, de quien había salido el demonio por la ley. El
demonio volvió al vulgo de los judíos, pues no pudo hallar reposo entre los
gentiles, cuyos corazones, habiendo sido áridos, recibieron después por el
bautismo el rocío del Espíritu y la fe de Cristo, porque Jesucristo es como un
incendio para los espíritus inmundos. Por esto, dice: "Y cuando no le
halla, dice: me volveré a mi casa de donde salí".
Orígenes, in Cat. graec. Patr
Esto es, a aquéllos de Israel que
había visto no contenían en sí nada de Dios y se hallaban como desiertos y
vacíos de El. He aquí como se expresa esto: "Y cuando vuelve la halla
barrida".
San Ambrosio
Exteriormente, pues, aparece más
limpio y adornado su cuerpo que lo que lo está interiormente su alma. No se
purificaba ni templaba su ardor con las aguas de la sagrada fuente; y por ello
el espíritu inmundo volvía a él, llevando consigo siete espíritus peores que
él. Por esto dice: "Entonces va y toma consigo otros siete espíritus
peores que él y entrando en esta casa fijan en ella su morada". Y esto,
porque con intención sacrílega falta a la semana de la ley y al misterio del
octavo día. Y así como se multiplica para nosotros la gracia del espíritu en
siete dones, así se acumula sobre ellos todo el daño de los espíritus inmundos,
pues a veces se comprende en este número lo universal 1.
San Juan Crisóstomo, hom. 44, in Matth
Ahora ocupan las almas de los judíos
demonios peores que los anteriores. Porque en otro tiempo maltrataban a los
profetas, pero ahora injurian al que es Señor de los profetas; por eso
sufrieron más bajo el dominio de Vespasiano y de Tito, que en Egipto y
Babilonia. Por esto sigue: "Con lo que el último estado de aquel hombre es
peor que el primero". Antes tenían la asistencia divina y la gracia del
Espíritu Santo, pero ahora están privados aún de estos dones; por eso ahora
sufren con la privación de la gracia miserias mayores y más crueldad en la
fuerza con que el enemigo los tienta.
San Cirilo, ubi sup
Su estado es peor que el primero,
según las palabras del apóstol ( 2Pe 2,21): "Más les valía no haber
conocido el camino de la verdad, que separarse de él después de haberle
conocido".
Beda
Esto mismo puede entenderse respecto
de los herejes, de los cismáticos y de todo mal católico, de quienes ha salido
el espíritu inmundo en el día del bautismo. Este recorre los lugares áridos,
esto es, los corazones de los fieles que están limpios de la blandura de los
pensamientos vanos; examina el astuto acechador si puede inculcar en ellos los
pasos de su iniquidad. Dice, pues: "Me volveré a mi casa, de donde
salí"; en lo cual debe temerse que nos oprima por nuestra negligencia la
culpa que creíamos extinguida en nosotros. La encuentra barrida, esto es,
limpia de la suciedad del pecado por la gracia del bautismo; pero vacía de
buenas obras. Se entiende, en fin, por los siete espíritus malos que toma
consigo, todos los vicios; y se llaman peores porque no sólo tendrá aquellos
siete vicios que son contrarios a las siete virtudes espirituales, sino que
también fingirá tener estas virtudes por hipocresía.
San Juan Crisóstomo, in Matthaeum hom 45
No sólo se ha dicho esto para los
judíos sino que debemos recibirlo como dicho también para nosotros. Por lo que
sigue: "Con lo que el último estado de aquel hombre es peor que el
primero";es decir, si después de haber sido iluminados y librados de
nuestras culpas pasadas, volvemos otra vez a la misma maldad, la pena de los
pecados que cometamos después será mucho mayor.
Beda
Puede también entenderse que el
Señor añadió esto para distinguir sus acciones de las de Satanás. El siempre
limpia lo que está manchado, mientras que Satanás se apresura a manchar con
mayores inmundicias lo que ha sido limpiado.
Notas
1. El número siete se asocia con los conceptos de totalidad y plenitud.
27-28 Estando
diciendo estas cosas, he aquí que una mujer levantando la voz de en medio del
pueblo, exclamó: "Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que
te alimentaron". Pero Jesús respondió: "Antes bienaventurados los que
oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica". (vv. 27-28)
Beda
Una mujer
confiesa con gran fe la encarnación del Señor, en tanto que los escribas y los
fariseos lo tientan y blasfeman. Y así dice: "Estando diciendo estas
cosas, he aquí que una mujer, levantando la voz de en medio del pueblo, exclamó:
Bienaventurado el vientre que te llevó", etc. Con cuyas palabras confundió
la calumnia de los personajes que estaban presentes y la perfidia de los
futuros herejes. Porque así como entonces los judíos negaban al verdadero Hijo
de Dios, blasfemando de las obras del Espíritu Santo; así después los herejes
no quisieron confesar al verdadero Hijo del hombre, consustancial al Padre,
negando que María siempre Virgen, por la cooperación de la virtud del Espíritu
Santo, hubiese provisto la materia de la carne al Unigénito de Dios que había
de nacer. Pero si se dice que la carne del Verbo de Dios, nacido según la
carne, es extraña a la de la Virgen Madre, habría que decir que no hay razón
para beatificar el vientre que lo había llevado y los pechos que le habían alimentado.
¿Cómo podía decirse que había sido alimentado con la leche de la Virgen si se
niega que lo haya concebido en su seno, siendo así que, según los físicos, uno
y otro proceden de un mismo origen? Y no sólo Ella que mereció engendrar
corporalmente al Verbo de Dios, sino que asegura que son bienaventurados
también todos lo que procuran concebir, dar a luz y como dar de lactar
espiritualmente al mismo Verbo por la fe y la práctica de las buenas obras,
tanto en su corazón como en el de sus prójimos. Sigue pues: "Pero Jesús
respondió: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios", etc.
San Juan Crisóstomo in Matthaeun hom. 45
Esta
contestación no la dio el Salvador menospreciando a su Madre, sino manifestando
que de nada le hubiese aprovechado el haberle dado a luz si después no hubiera
sido buena y fiel. Además, si Jesús, que nació de María, no la hubiese
beneficiado con las virtudes de su alma, con mucha más razón puede decirse que
no nos valdrá el tener un padre o un hermano o un hijo virtuoso, si nosotros
carecemos de su virtud.
Beda
La misma Madre de Dios es bienaventurada ciertamente porque fue el instrumento temporal de la encarnación del Verbo; pero también lo fue por haber sido su amorosa y constante guarda. Con esta sentencia, pues, hiere a los sabios judíos, que no solamente se negaban a oír y a guardar la Palabra de Dios, sino que también buscaban ocasión para negarlo y blasfemarlo.