jueves, 28 de julio de 2022

DÍA 29. SANGRE DE CRISTO, PRENDA DE LA VIDA ETERNA

DÍA 29. SANGRE DE CRISTO, PRENDA DE LA VIDA ETERNA

Mes de julio a la preciosísima Sangre de Jesús

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ante Jesús Sacramentado, visitándolo en el Sagrario ya presencialmente, ya espiritualmente, recitemos la siguiente oración compuesta por san Alberto Magno:

 

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS

de San Alberto Magno

Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tú viniste de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno imprimió su movimiento; Tú fuiste asumida por la Palabra y deificada en Su persona.

Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la sangre de Dios.

Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en su humanidad como el maná en la urna de oro, el memorial de la Redención eterna que El cumplió durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por los latigazos en el Pretorio, de sus manos y pies perforados y de su costado abierto en el Gólgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo sé que estás sustancialmente presente...

Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable, nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a gota, en los corazones que se han alejado de Ti y suavízalos de su dureza.

Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas, sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia; hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras y radiantes con belleza divina. Amén.

 

29.          Sangre de Cristo, prenda de la Vida Eterna

La Sangre de Cristo que recibimos en la Comunión es anticipación de la gloria celestial. Cada vez que la Iglesia celebra el Sacramento de la Eucaristía dirige su mirada hacia Aquel que viene acompañado de sus ángeles entre las nubes, en una ferviente espera de su venida en majestad, para inaugurar los cielos nuevos y la tierra nueva, donde todos seamos uno en Dios.

Jesús frecuentemente comparaba el reino de los cielos con un banquete o festín, como experiencia humana de comunión, alegría, gozo, descanso, fraternidad… Por el Sacramento de la Eucaristía Él está presente en medio de nosotros, pero de forma velada, bajo las apariencias sacramentales. Al beber el cáliz de su sangre, se anticipa ya ahora en este mundo la vida del cielo: Vivir en el cielo es estar con Cristo, es una vida de comunión y amor con la Santísima Trinidad, la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados.

 

PROPÓSITO: En la comunión sacramental o espiritual de este día, unirnos a la adoración y a la acción de gracias de la Iglesia del cielo con la Virgen y los santos.

 

JACULATORIA: Sangre de Cristo, prenda de la Vida Eterna, sálvanos.

 

Para finalizar:

LETANÍAS DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO