domingo, 31 de julio de 2022

DÍA 1. EL MISTERIO DEL CORAZON DE MARÍA

DÍA 1.

EL MISTERIO DEL CORAZON DE MARÍA

 

MES DE AGOSTO  EN HONOR

AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 

wOraciones para comenzar todos los días:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:

Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.

Os pido perdón por los que no creen, no adoran,

 no esperan y no os aman. (3 veces)

***

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

w Consideración diaria.

DÍA 1.

EL MISTERIO DEL CORAZON DE MARÍA

El Evangelista san Lucas por dos veces (Lucas 2, 19 y 2, 51) afirma que la Virgen María ante los acontecimientos que rodean el nacimiento del Niño Jesús “guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón.”

Esta referencia al Corazón de la Virgen Madre no es algo sin importancia. Cada palabra de la Sagrada Escritura es revelada e inspirada por el Espíritu Santo. En la Sagrada Escritura no falta ni sobra nada: es la Palabra de Dios. Parece que el Espíritu Santo quisiera preparar así la devoción al Inmaculado Corazón de María, donde las almas santas han encontrado siempre una fuente inagotable de amor y misericordia. El Santo Cura de Ars que consagró su pequeña parroquia al Inmaculado Corazón de María decía: “¿Sabéis dónde está el secreto, para atraer y convertir a los pecadores? No es ningún misterio: está en el Corazón de María. He bebido tantas veces en esta fuente, que ya no quedaría agua si no fuera inagotable. Si tú acudes a este manantial del Corazón de la Santísima Virgen confía que nunca se agotará, porque es inagotable. El Corazón de esta buena Madre no es más que amor y misericordia”.

San Juan Eudes en su libro “El Corazón Admirable de la Madre de Dios” enseña: “Cuando honramos este Corazón, deseamos honrar en la Virgen, Madre de Jesús, no solamente alguno de sus misterios y alguna de sus acciones, como su nacimiento, o su presentación, o su visitación, o su purificación; no solamente alguna de sus cualidades, como Madre de Dios, o Hija del Padre, o Esposa del Espíritu Santo, o Templo de la Santísima Trinidad, o Reina del cielo y de la tierra; ni siquiera solamente su dignísima Persona; sino que deseamos honrar primero y principalmente en Ella la fuente y el origen de la Santidad y de la dignidad de todos sus misterios, de todas sus acciones, de todas sus cualidades y de su persona misma; es decir su amor y su caridad, puesto que, según todos los Santos Doctores, el amor y la caridad son la medida del mérito y el principio de toda Santidad”.

 

wOraciones para terminar todos los días:

Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)

***

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN

de San Antonio María Claret

¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.

Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.

Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.

Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.