viernes, 22 de julio de 2022

DÍA 23. SANGRE DE CRISTO, CONSTANCIA DE LOS TENTADOS

DÍA 23.-SANGRE DE CRISTO, CONSTANCIA DE LOS TENTADOS

Mes de julio a la preciosísima Sangre de Jesús

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ante Jesús Sacramentado, visitándolo en el Sagrario ya presencialmente, ya espiritualmente, recitemos la siguiente oración compuesta por san Alberto Magno:

 

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS

de San Alberto Magno

Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tú viniste de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno imprimió su movimiento; Tú fuiste asumida por la Palabra y deificada en Su persona.

Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la sangre de Dios.

Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en su humanidad como el maná en la urna de oro, el memorial de la Redención eterna que El cumplió durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por los latigazos en el Pretorio, de sus manos y pies perforados y de su costado abierto en el Gólgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo sé que estás sustancialmente presente...

Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable, nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a gota, en los corazones que se han alejado de Ti y suavízalos de su dureza.

Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas, sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia; hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras y radiantes con belleza divina. Amén.

 

23.-Sangre de Cristo, constancia de los tentados

La conquista del cielo y la santidad exige lucha y combate contra los enemigos del alma –demonio, mundo y carne– que continuamente acechan para apartarnos del camino de los mandamientos de Dios. Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó a pedir al Padre nuestro, no nos dejes caer en la tentación, porque solos no podemos resistir ni vencer.

Dios mismo permite las tentaciones para hacernos crecer en el bien. Jesús mismo permitió ser tentado por Satanás para que con Él, en oración y ayuno, y con el escudo de la verdad que es la Palabra de Dios, también nosotros salgamos vencedores.

La Sagrada Comunión, aumentando la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales, dándonos gracia para perseverar fieles y resistir en la tentación.

Si al momento de sentir la tentación, en vez de dialogar con ella, nuestro pensamiento fuese inmediatamente hacia la Sangre de Cristo, experimentaríamos con más evidencia la fuerza victoriosa de la Comunión.

 

PROPÓSITO: Al sentir alguna tentación, pensar inmediatamente en la Sangre de Cristo.

 

JACULATORIA: Sangre de Cristo, constancia de los tentados, sálvanos.

 

Para finalizar:

LETANÍAS DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO