viernes, 15 de julio de 2022

DÍA 16. SANGRE DE CRISTO, SANGRE QUE HABLA MEJOR QUE LA DE ABEL

 

DÍA 16. SANGRE DE CRISTO, SANGRE QUE HABLA MEJOR QUE LA DE ABEL

Mes de julio a la preciosísima Sangre de Jesús

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ante Jesús Sacramentado, visitándolo en el Sagrario ya presencialmente, ya espiritualmente, recitemos la siguiente oración compuesta por san Alberto Magno:

 

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS

de San Alberto Magno

Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tú viniste de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno imprimió su movimiento; Tú fuiste asumida por la Palabra y deificada en Su persona.

Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la sangre de Dios.

Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en su humanidad como el maná en la urna de oro, el memorial de la Redención eterna que El cumplió durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por los latigazos en el Pretorio, de sus manos y pies perforados y de su costado abierto en el Gólgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo sé que estás sustancialmente presente...

Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable, nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a gota, en los corazones que se han alejado de Ti y suavízalos de su dureza.

Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas, sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia; hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras y radiantes con belleza divina. Amén.

 

12.Sangre de Cristo, Sangre que habla mejor que la de Abel

El primer crimen fratricida da comienzo a una mar inconmensurable de sangre inocente vertida por la maldad del corazón humano, llevado por la envidia, la avaricia, la lujuria, la ira y el odio.

La sangre de los inocentes grita al cielo y a la justicia divina. Así dice Dios: “Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo Él al hombre” (Génesis 9,6).

¡Qué fácilmente acusamos a las generaciones pasadas de ser crueles creyéndonos sin criterio alguno las mentiras históricas! ¿Y nuestra época? ¿Somos más respetuosos con la vida de nuestro prójimo? Ciertamente, no. Somos todavía más violentos asesinando a los niños en el seno materno, ejecutando a los ancianos en su enfermedad, callando ante las masacres de cristianos en el mundo musulmán, sonriendo ante los gobiernos totalitarios que persiguen, acosan, maltratan a inocentes, colaborando sin escrúpulo alguno en las estructuras de pecado… Y lo que es más grave es que disimulamos todo esto con eufemismos: interrupción voluntaria del embarazo, muerte digna, alianza de civilizaciones, tolerancia, modernidad…

La Sangre de Cristo es la sangre del que es la misma inocencia y santidad, sin pecado alguno. Su sangre fue exigida por la turba democrática que vociferaba: “Crucifícale, crucifícale”. La sangre de Cristo clama justicia ante los que le dieron muerte: los judíos de aquel entonces y a todos los hombres con nuestros pecados.

Pero no desesperemos: Aquél a quien dimos muerte, ha resucitado para darnos el perdón. “¿Qué hemos de hacer?”, preguntaron los judíos a Pedro la mañana de Pentecostés. “Convertíos” y “salvaos de esta generación perversa” (Cfr. Hechos 2, 38-40).

 

PROPÓSITO: Colaborar con nuestra oración, dinero, tiempo o propaganda, en la medida de lo posible, con asociaciones católicas que protejan a los más indefensos.

 

JACULATORIA: Sangre de Cristo, Sangre que habla mejor que la de Abel, sálvanos.

 

Para finalizar:

LETANÍAS DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO