24 de febrero
SAN MATIAS, Apóstol
Cayó la suerte a Matías, con lo que fue agregado
a los once Apóstoles.
(Los Hechos
de los Apóstoles, 1, 26).
San Matías fue elegido por los apóstoles después de la Ascensión del Salvador
para reemplazar al pérfido Judas. Congregados, los fieles oraron al Espíritu
Santo para que les diese a conocer la persona que Él había destinado para este
ministerio; en seguida, echaron suertes, y cayó la suerte a Matías. El nuevo
Apóstol predicó el Evangelio a los pueblos de la Judea y de la Etiopía; su celo
le atrajo el odio de los judíos, que lo lapidaron y le cortaron la cabeza.
MEDITACIÓN SOBRE LA VOCACIÓN
I. Dios nos destina a cada uno un género de vida en el que quiere que nos salvemos. Es un gran Rey que quiere servidores de toda suerte de estados, condiciones y empleos. ¿Es Dios quien te ha hecho abrazar el estado de vida en que te encuentras alistado? ¿No es acaso la vanidad, el deseo de amontonar riquezas o de gozar de placeres? Si por desgracia es así, corrige la mala intención que has tenido, y promete a Dios buscar en adelante sólo su gloria y su voluntad. En cuanto a ti, que aun estás libre a este respecto, sigue el camino que el Señor te indique.
II. Pídele a Dios te haga conocer su santa voluntad a fin de escoger un género de vida en el que puedas trabajar para su gloria y tu salvación. No consultes ni la carne, ni el mundo, ni tus placeres, ni tus intereses; es a Dios a quien se debe pedir consejo. Las oraciones, las mortificaciones, las comuniones, los retiros te facilitarán esta importante elección. Observa la misma regla en tus acciones particulares de cierta importancia: pide consejo a Dios, Él te ilustrará con sus divinas luces.
III. Sigue las inspiraciones del Cielo, una vez que las hayas conocido bien. Si San Matías no hubiera querido someterse a su elección para el apostolado, hoy no se celebraría su fiesta. Si durante la vida menosprecias a Dios que te llama, Él se burlará de ti en la hora de tu muerte; es lo que declara en el libro de los Proverbios: Te llamé, y no has querido escucharme, me reiré de ti en tu último día, y te haré objeto de irrisión.
La obediencia a las inspiraciones de Dios
Orad por los justos perseguidos.
ORACIÓN
Oh Dios, que habéis puesto a San Matías en el número de vuestros Apóstoles, haced, por su intercesión, que sin cesar experimentemos los efectos de vuestra inagotable misericordia. Por J. C. N. S. Amén.