jueves, 1 de febrero de 2024

2 DE FEBRERO. DEL ENCUENTRO DE ANA PROFETISA

2 DE FEBRERO

DEL ENCUENTRO DE ANA PROFETISA

 

MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

2 DE FEBRERO

DEL ENCUENTRO DE ANA PROFETISA

 

1. No se apartaba del templo, sirviendo de día y de noche en ayunos y obsecraciones[1]. Considera la perseverancia de esta santa matrona en los dichos ejercicios, que no remitía jamás. No merece nombre de virtud aquella a quien no acompaña la perseverancia. Para con Dios ésta sola es la que se corona. ¿Cómo a esta corona puedes llegar tú? ¿Cuántas cosas propones? ¿Cuán pocas practicas? Por cualquiera dificultad, aun mínima, caes de ánimo, etc. Resuélvete ya; se hará suave lo que tienes por trabajoso.

 

2. No se apartaba del templo en ayunos y obsecraciones, etc[2]. Considera después las virtudes de esta viuda: su castidad virginal y vidual, su exacta observancia de la ley divina, su frecuente trato con Dios, su abstinencia rigurosa. Por estas, pues, mereció conocer a JESÚS por Dios verdadero; porque estas son las virtudes por donde Dios se da del todo a conocer. ¿Quieres que se te dé y muestre Dios? Ten el corazón limpio, cumple sus reglas y preceptos, trata con Dios frecuentemente, prívate de los deleites de los sentidos.

 

3. Y llegando en esta misma hora[3]. Considera que para esta hora misma estaba destinada esta felicidad de Ana; pero de tal suerte, que ella haya de llegar al mismo punto; de otro modo sería privada de tal consuelo. Así ata Dios sus gracias a determinada ocasión y tiempo, de modo que, si en ellos no las logras, jamás acaso las alcanzaras. Mira, pues, no dejes pasar la gracia que se te da en cualquier punto. Por lo común se pierden muchas cuando no se hace caso de una sola. Porque Dios da como encadenadas las gracias, para que, si cooperares a una, merezcas muchas más. Si supieras que de una sola dependía tu salvación, ¿qué harías? Y pendo acaso. No seas, pues, negligente y descuidado.

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 



[1] Luc., 2.

[2] Ibid.

[3] Ibid.