III DOMINGO DE ADVIENTO
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo, los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan
para que le preguntaran: «¿Tú quién eres?».
Él confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». Y le dijeron:
«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado?
¿Qué dices de ti mismo?». Él contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como
dijo el profeta Isaías». Entre los
enviados había fariseos y le
preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni
el Profeta?». Juan les respondió: «Yo
bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene
detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del
Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Juan 1, 19-28
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Homilía de
Maitines SE NOS RECOMIENDA LA HUMILDAD DE JUAN
JUAN APARECIÓ: NUESTRO DIOS EXISTÍA. San Jerónimo
SANTA TERESA DE JESÚS: TRABAJAR, DETERMINARSE Y DISPONERSE
BENEDICTO XVI ES IMPORTANTE QUE ENTREMOS EN NOSOTROS MISMOS Y HAGAMOS UN EXAMEN SINCERO DE NUESTRA VIDA
SED VOZ DE JESUCRISTO. San Juan Bautista de la Salle