Por la señal…
CONSAGRACIÓN compuesta por S. Maximiliano Kolbe
"Oh Inmaculada, reina del cielo y
de la tierra, refugio de los pecadores y
Madre nuestra amorosísima, a quien Dios
confió la economía de la misericordia. Yo, pecador indigno, me postro ante ti, suplicando
que aceptes todo mi ser como cosa y
posesión tuya. A ti, Oh Madre, ofrezco todas
las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reserva, para cumplir lo que de ti ha sido dicho: "Ella
te aplastará la cabeza", y también: "Tú
has derrotado todas las herejías en el mundo". Haz que en tus manos
purísimas y misericordiosas me convierta en instrumento útil para introducir y
aumentar tu gloria en tantas almas
tibias e indiferentes, y de este modo, aumentar
en cuanto sea posible el bienaventurado
Reino del Sagrado Corazón de Jesús.Donde tú entras oh Inmaculada,
obtienes la gracia de la conversión y la
santificación, ya que toda gracia que
fluye del Corazón de Jesús para nosotros, nos llega a través de tus manos. Ayúdame
a alabarte, Oh Virgen Santa y dame fuerza contra tus enemigos.
Y se dice tres veces:
Oh María sin pecado concebida, R/. Rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
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. Del Evangelio según san Lucas 2, 7
"María dio a luz a su Hijo primogénito lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre."
De los escritos de San Maximiliano
Kolbe: "Su unión de amor con Dios llega
a tal punto de que Ella se convierte en Madre de Dios. El Padre le confía a su
propio Hijo, el Hijo baja a su seno, mientras que el Espíritu Santo forma, de
su cuerpo, el cuerpo Santísimo de Jesús."
Oración para finalizar todos los días de
San Maximiliano Kolbe
Dime quién eres, Oh Inmaculada, Reina
del cielo y de la tierra, quiero
ardientemente conocerte, conocerte cada
vez más profundamente y sin algún
límite, para amarte con un ardor
igualmente sin límites. Deseo que tú
seas conocida por otras almas, a fin de
que también por ellas, cada vez más
numerosas, tú seas amada.
●Pida cada uno la
gracia que desea alcanzar en esta novena:
(Breve silencio)
1.
Por tu Inmaculada Concepción, María, concédenos la pureza del alma, la
limpieza de corazón y la castidad del cuerpo.
Avemaría y Gloria
2.
Por tu Inmaculada Concepción, María, danos el detestar el pecado y la
fortaleza para apartarnos de la ocasión de ofender a Dios.
Avemaría y Gloria
3.
Por tu Inmaculada Concepción, María, concédenos amar y desear la virtud,
resplandor de la belleza divina.
Avemaría y Gloria
AVE
MARÍA PURÍSIMA,
R/. Sin pecado concebida.