viernes, 16 de diciembre de 2016

JORNADAS DE LOS DIVINOS PEREGRINOS JESUS, MARIA Y JOSÉ. PRIMERA JORNADA



JORNADAS DE LOS DIVINOS PEREGRINOS
JESUS, MARIA Y JOSÉ

Puesta el alma en presencia de nuestros Peregrinos sagrados, harás todos los días de la novena el siguiente:
ACTO DE CONTRICCION
Señor mío Jesucristo, divino y eterno Verbo y Dios encarnado en las entrañas de María Santísima; el amor que me tienes te hizo bajar del Cielo a la Tierra, hasta ponerte en un establo. ¡Oh, cuanto siente haberte cerrado las puertas de mi corazón, dándote con ellas en la cara, haciéndose sordo a tus divinas inspiraciones y llamamientos, cuando con tanto amor viniste a los desiertos del mundo a  buscar la perdida oveja de mi alma con tantos trabajos, para llevarla a los apriscos de tu Gloria! Rompe, Señor, los cerrojos de este ingrato corazón mío con la luz y conocimiento de mi aborrecible ingratitud. Si buscas pesebre donde reclinar la cabeza,  pesebre pobrísimo es mi corazón; consume con el fuego de tu amor hasta las pajas de imperfecciones, y aparte de mí todas mis abominables culpas, las cuales de todo mi corazón me pesa de haberlas cometido contra Ti y delante de Ti, por ser quien eres. Y, pues, vienes a buscar no justos, sino pecadores, yo soy el mayor de todos, y quien más que todos te ha ofendido: confió en tu misericordia que me perdonaras y darás gracias para servirte y para saber amarte con perseverancia hasta el fin de mi vida. Amen

16 DE DICIEMBRE
DIA PRIMERO. PRIMERA JORNADA. MONTE TABOR
Esta es la primera jornada, y es el monte Tabor, donde obró el divino Niño el misterio de la Transfiguración en su mayor edad, manifestando su gloria a tres discípulos. Ahora contemplarás la humildad y pobreza con que emprendió su viaje nuestra purísima Reina, no llevando otra cosa que un poco de pan y fruta para tan dilatadas jornadas, caminando por aquellos montes de nieve en un pobre y humilde jumento. Y a su santo Esposo hecho el conductor de la divina Madre, llevando sobre sus hombros el fardito de la ropa y ajuar para el divino Niño, guiando el jumento por las veredas más suaves. Contempla también como llegando a aquel alto monte, le formo el santo José entre las ramas un pabellón con su humilde capa para resistir los aires fríos del riguroso invierno. Mira también al divino Niño en aquel virginal tálamo, donde teniendo muy presente el misterio de la Trasfiguración, miraba los pocos que le habían de seguir por las sendas del camino de la cruz para llegar a la posada eterna de la Gloria; los muchos que habían de perderse en la peregrinación y viaje a la eternidad por el camino ancho de la perdición; y mira que camino llevas para llegar al alto monte de la Gloria, y pídelo a nuestros Peregrinos sagrados que te admitan en su compañía para llegar con seguridad al Belén de la Gloria.

Acabaras cada día con nueve Avemarías, que rezaras de rodillas como quien va acompañando a la santísima Virgen Maria; y llegando a las palabras bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, besaras la tierra o el suelo, adorando al Verbo encarnado en sus purísimas entrañas con profunda humildad y reverencia; y esto mismo harás todos los días, y luego dirás la siguiente oración final

Oración de San Agustín a la
SANTISIMA VIRGEN MARIA
Madre de toda piedad, acordaos que desde que el mundo es no se sabe que hayáis dejado sin consuelo a quien llego a pedírosle; que no se ha oído jamás decir que quien llego a vuestros ojos con miserias dejase de salir de vuestra presencia sino remediado; y así, confiado en vuestras piadosas entrañas y afable condición, me arrojo a vuestros pies. No queráis ¡oh Madre del Verbo y palabra eterna!, despreciar mis palabras y ruegos, sino oídme propicia; otorgad lo que con lágrimas de mi corazón os suplico.
Hay concedidos 460 días de indulgencia por cada vez que se rece esta oración, pidiendo al Señor por las necesidades de la Iglesia y del Estado.