DOMINGO DE
PENTECOSTÉS
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Respondió
Jesús y le dijo: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y
vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras.
Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he
hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu
Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os
vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os
la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os
alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he
dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré
mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él
tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al
Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo. Leva ntaos,
vámonos de aquí.
Jn 14, 23-31