viernes, 13 de septiembre de 2024

SON MANTENIDOS CON HARTURA CUATRO MIL HOMBRES CON SIETE PANES. SÁBADO DE LA DECIMOSEXTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


SON MANTENIDOS CON HARTURA CUATRO MIL HOMBRES CON SIETE PANES.

SÁBADO DE LA DECIMOSEXTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

SÁBADO DE LA DECIMOSEXTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

SON MANTENIDOS CON HARTURA CUATRO MIL HOMBRES CON SIETE PANES.

 

1.- Hallándose allí una gran muchedumbre, y no teniendo que comer, dice a los Discípulos: Me compadezco de la muchedumbre (1). ¡Cuánta era la fuerza y gracia del Señor, que traía a sí a tantos! y siendo tal, ¡tú le resistes tantas veces! Mirad, no cerréis los oídos al que os habla (2). ¡Cuánto afecto y compasión tenía hacia las turbas! Lo 1. Por el fervor y afecto con que le seguían. Porque algunos de ellos habían venido de lejos; y si así los enviaba, desfallecerían en el camino. 2. Por la constancia. Porque ya ha tres días que me aguantan 3. Por su paciencia. Porque no tienen que comer; y sin murmurar ni quejarse sufren el hambre. Teniendo un Señor tan bueno. ¿Por qué no te entregas a su providencia? Tú apenas le sufres por espacio de una hora. ¡Ay de aquellos que perdieron el sufrimiento (3)!

2.- Si los envío sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino (4) ¿No ves a Dios solícito por ti? Pues ¿por qué temes vivir aquí o allí según la disposición de los superiores? * ¿Por qué, alma afligida, te afliges tanto en tus necesidades, y buscas medios contra Dios para salir de ellas? ; ¿Dónde está tu fe? ¿Qué te faltara si Dios está contigo? Teme más el que no faltes tú a Dios. Y ciertamente faltas, si no te dejas a su Providencia. Te faltas a ti mismo, cuando con una providencia inútil, y aun dañosa, apartas y echas de ti la providencia de Dios.

3.- Y tomando los siete panes (5). Esta era toda la provisión de Jesús pobre, y de sus Discípulos. Daba de ellos a los Discípulos, para que se los sirviesen. ¡Qué confianza no concebirían en la Providencia de Dios, cuando vieron que tan pocos panes bastaban por el poder de Dios para tanta multitud! Y comieron, y quedaron hartos, Así la verdadera confianza no confunde al que la tiene. ¿Por qué, pues, te desasosiegas con la ocupación que se te encarga, con el lugar en que te ponen, con el demasiado cuidado de tu cuerpo? * ¿Con la falta aun de lo necesario, con el estado y acomodo de los tuyos, etc.? Di generosamente con el santo Job: Aunque me mate, en Él esperaré (6).

 

(1) Marc., 8. (2) Heb., 12. (3) Eccli., 2. (4) Marc., 8. (5) Ibid. (6) Job., 13.

 

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.