sábado, 21 de septiembre de 2024

SON ATERRADOS LOS DISCÍPULOS CON LA VOZ OÍDA DEL CIELO. DOMINGO XVIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


SON ATERRADOS LOS DISCÍPULOS CON LA VOZ

OÍDA DEL CIELO.

DOMINGO XVIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

DOMINGO XVIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

SON ATERRADOS LOS DISCÍPULOS CON LA VOZ

OÍDA DEL CIELO.

 

1.- Se oyó del cielo una voz: Este es mi amado Hijo, en quien yo bien me agradé (1). Da el Padre testimonio de la filiación de Cristo en el monte mismo en que, como algunos sienten, fue tentado del demonio, y en el mismo tiempo en que se trataba de su pasión, .para que sepas, que aquellos son hijos de Dios, que vencen la tentaciones, y que padecen muchas cosas por. Él. Si quieres ser hijo de Dios, por este camino has de ir. Ama los que le aman (2). Pero, nadie muestra mayor amor, que el que da su vida por Él (3)

2.- Oídle a Él (4). Es destinado por maestro de todo el orbe. El Verbo del Padre es el que habla en nuestros corazones. Dura parece su palabra; pero a los sensuales solamente. No le quiso oír Pedro poco antes cuando dijo: No quieras tal cosa, Señor. No sucederá esto contigo. Ya se le manda que oiga, es a saber, aquellas mismas cosas que el Señor hablaba ahora con Moisés y con Elías. De donde has de aprender, que has de oír a Jesucristo cuando te inspira la mortificación, el menosprecio de ti, la pobreza, los oprobios, las cruces, etc.

3.- Y oyéndola los Discípulos, cayeron sobre sus rostros (5). Por la reverencia con que la oyeron, sujetándose a aquella voz con humildad. Para que aprendas a rendirte así a toda voz de Dios. Y temieron grandemente; porque eran confirmados con aquella voz en lo que hablaba Cristo de su pasión con Moisés y Elías, a lo que quedaron como hombres despavoridos. Aquí tienes el modelo de los hombres mundanos, y el tuyo, a quien causa horror el solo nombre de cruz; a quien una pequeña adversidad derriba. Pero es cierto, que por mu­ chas tribulaciones es menester pasar (6).

 

(1) Matth., 17. (2) Prov., 8. (3) Joan., 15. (4) Matth., 17. (5) Matth., 17. (6) Act., 14.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.