NOVENA A SAN PÍO DE PIETRELCINA
ORACIONES PARA COMENZAR LOS DÍAS
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN AL PADRE PÍO
San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.
Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día Octavo
EL AMOR DEL PADRE PÍO
A LA IGLESIA Y AL PAPA
Ante el “Fenómeno” padre Pío, los fieles de todo el mundo llegaban a él en mayores grupos para oír sus misas y confesarse con él.
Sin embargo, desde diferentes sectores de la misma Iglesia surgieron calumnias y falsos informes sobre su vida y actividad, y hasta el mismo Santo Oficio de Roma le prohibió durante un tiempo celebrar en público y confesar.
¿Cómo reacciona el padre Pío? Con humildad, silencio y oración. Nos cuenta un cohermano suyo: “Al recibir la noticia de la prohibición de celebrar y confesar en público, el padre Pío dejó entrever unas lágrimas y un gesto de profundo dolor. Se retiró a la tribuna del coro y a los pies del crucifijo estuvo orando hasta la medianoche”.
Luego él mismo dijo: “La Iglesia es una madre a la que hay que amar y más cuando nos pega”.
A un admirador e hijo espiritual que quería llevar una protesta públicamente, dijo: “Si en verdad me amas, no debes continuar lo que estás haciendo por mí. No se puede amar al hijo, mortificando a la madre Iglesia”.
El padre Pío amaba al Papa como a Cristo en la tierra, y diariamente ofrecía su vida por él. “Mi primer recuerdo de cada día en la oración de la mañana –decía- es por el Papa”.
La fundación de los grupos de oración tiene como primera y principal intención orar por la Iglesia y por el Papa. “Yo quiero que mis grupos de oración –decía- oren siempre según las intenciones del Papa, a quien amo tanto, tanto, como al mismo Jesucristo”.
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Pídase la gracia que se desea alcanzar en esta novena:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Antífona: San Pío se mantuvo alegre al compartir los padecimientos de Cristo y, ahora que se ha manifestado su gloria, rebosa de gozo.
V/. Ruega por nosotros Glorioso Padre Pío
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza, escucha benignamente las oraciones de tu Iglesia y, por la intercesión de san Pío de Pietrelcina, concédenos con abundancia cuanto te pedimos con fe. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Glorioso Padre Pío de Pietrelcina,
ruega por nosotros. (x3)
Ave María Purísima, sin pecado concebida.