jueves, 19 de septiembre de 2024

NOVENA AL GLORIOSO SAN MIGUEL escrita por san Antonio María Claret

 


NOVENA

AL GLORIOSO SAN MIGUEL

Por la señal de la santa cruz, etc.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.

Dios y Señor mío, Padre de misericordia y de toda consolación; con toda la espontaneidad de mi voluntad y con toda la resolución y firmeza de que es capaz mi corazón ayudado de vuestra divina gracia, me presento para que os dignéis recibirme en el número de vuestros humildes y fervorosos siervos bajo la dirección del glorioso san Miguel. Con muchísimo gusto de mi alma vestiré la librea de la humildad, observaré la limpieza de la castidad según mi estado, embrazaré el escudo de la paciencia con que resistiré los dardos que me podrán disparar los enemigos mundo, demonio y carne; me armaré del santo celo con que procuraré la mayor gloria vuestra y la salvación de las almas, ocupándome con esmero en enseñar la verdad y en desvanecer la ignorancia, en extirpar vicios y en plantar virtudes en mí mismo y en todos mis prójimos. Esta es mi resolución , la que espero cumplir ayudado de la divina gracia que confió conseguir por los méritos de Jesucristo, Hijo vuestro y Señor nuestro, por la intercesión de María santísima, por la del glorioso san Miguel y la de los demás Ángeles y Santos. Amen.

 

Se reza la oración propia de cada día, seguida de nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel.

 

***

ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del primer coro, llamados Serafines porque están encendidísimos en el fuego de vuestro amor: os ofrezco los méritos de estos fervorosos espíritus y los de vuestro amado y amante san Miguel, y os suplico me concedáis la gracia de que yo os ame a Vos, único Dios y Señor mío, sobre todas las cosas, con todo mi corazón, con toda mi alma, con todo mi entendimiento y con todas mis fuerzas, haciendo que todos os amen y que nadie os ofenda. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

 

ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del segundo coro, llamados Querubines porque están adornados de perfectísima sabiduría: os ofrezco los merecimientos de estos espíritus sapientísimos y los del glorioso san Miguel, príncipe de los sabios del cielo y maestro brillantísimo de los que han sido más sabios de la tierra, y os suplico me concedáis la gracia de conocer lo que debo hacer para cumplir vuestra santa voluntad, y saberlo enseñar a los demás á fin de que todos os conozcamos y amemos aquí en la tierra y después allá en el cielo. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del tercer coro, llamados Tronos, en quienes descansáis como en trono de vuestra gloria, y os sentáis como en tribunal de justicia os ofrezco los merecimientos de estos espíritus altísimos y los del glorioso san Miguel, trono esclarecidísimo de vuestra grandeza y ministro supremo de vuestra justicia, para que me concedáis la gracia de recibiros por medio de la sagrada Comunión en el trono de mi corazón, y desde este trono juzgadme, no según merecen mis faltas, sino según vuestra gran misericordia, para así conseguir la salvación. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del cuarto coro, llamados Dominaciones, que presiden a los coros inferiores y son ministros de vuestra Providencia; os ofrezco los merecimientos de estos espíritus eminentísimos y los de vuestro primer ministro el glorioso san Miguel, para que me concedáis un perfecto señorío sobre mis pasiones y una perfecta obediencia à vuestra santa ley y a todos mis superiores, a fin de poder así conseguir el premio que está reservado a los que son obedientes hasta la muerte, como nos lo enseñó Jesucristo, Señor nuestro e Hijo vuestro, que con Vos y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del quinto coro, llamados Virtudes, por las cuales hacéis milagros propios de vuestro soberano poder, gobernando la naturaleza para que sirva à vuestra mayor honra y gloria; os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus prodigiosos, y los del glorioso príncipe san Miguel, principal instrumento de todas las maravillas que obráis en el universo, y os suplico me concedáis que, vencidas las malas inclinaciones de la corrompida naturaleza, conserve y aumente vuestra gracia y alcance la eterna gloria. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del sexto coro, que son las Potestades, así llamados por el especial poder que les habéis dado para refrenar a los demonios; os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus poderosísimos y los del glorioso príncipe san Miguel, que alcanzó sobre Lucifer y sus secuaces la mayor de las victorias; y con la misma felicidad pelea continuamente a favor del hombre y contra todos sus enemigos, os suplico humildemente me concedáis los auxilios necesarios para pelear con él legítimamente, y así merecer la corona de la gloria. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del séptimo coro, llamados Principados porque en ellos habéis confiado la guarda de los reinos y naciones; os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus excelentísimos y los del glorioso príncipe san Miguel, guarda principal de todos los reinos cristianos y de la Iglesia, y os suplico humildemente guardéis mi alma y cuerpo, potencias y sentidos de todo desorden, de pasiones y tentaciones ; y espero que vendrá en mí vuestro santo reino, que

Vos y solo Vos mandaréis en él, y yo con sumo gozo, prontitud y fervor obedeceré vuestras santas leyes. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del octavo coro, que son los Arcángeles, así llamados porque acostumbráis confiarles los negocios gravísimos de vuestra honra y gloria; os ofrezco, Señor, los méritos de estos espíritus nobilísimos y los del glorioso san Miguel que tanto se distinguió en la gran lucha, y que tan heroicamente defendió vuestra honra y gloria contra Lucifer y sus secuaces, os suplico me deis gracia y fortaleza para vencer y superar á todos los enemigos de mi salvación, a fin de conseguir así la gloria del cielo, donde cantaré eternamente vuestras misericordias. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO.

Dios y Señor de los espíritus celestiales del noveno coro, llamados Ángeles por que los enviáis para guardar a los hombres en todos los caminos de su salvación; os ofrezco, Señor, los merecimientos de estos espíritus soberanos y los del glorioso príncipe san Miguel, que por sí y por medio de los Ángeles guarda a los hombres y a toda la naturaleza humana, y os suplicó me guardéis de todo pecado, me concedáis una pureza angélica, y el llegar felizmente a la gloria del cielo, donde os veré cara a cara y os amaré con toda perfección y por toda la eternidad. Amen.

Aquí se rezará nueve veces el Padre nuestro y Ave María en unión de los nueve coros de los Ángeles y de su príncipe san Miguel. Luego siguen las oraciones finales.

 

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PARA CONCLUIR TODOS LOS DÍAS:

 

ORACIÓN AL SANTO.

¡Oh gloriosísimo san Miguel! Príncipe de los ejércitos celestiales, terror de los espíritus malignos y sus secuaces, grande y admirable capitán después de Jesucristo, condecorado de especialísima gracia, excelencia y virtud; libradnos de toda adversidad, haced que amemos a Dios con todo fervor, y que cada día adelantemos en su santo servicio.

 

V/. Rogad por nosotros, glorioso san Miguel, protector de la Iglesia católica.

R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo

 

ORACIÓN.

Omnipotente y sempiterno Dios, que por vuestra suma bondad y misericordia infinita destinasteis para gloria vuestra y salud de los hombres al gloriosísimo príncipe san Miguel; concedednos que por su intercesión y eficaz auxilio merezcamos ahora ser defendidos de todos nuestros enemigos, y en la hora de la muerte seamos libres y presentados benignamente ante el trono de vuestra Majestad excelsa. Amen.

 

Aquí se rezarán los gozos.

 

GOZOS DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL.

Pues en la corte del cielo

Gozáis tan altos blasones;

Dad a nuestros corazones,

Arcángel Miguel, consuelo.

 

De la escuadra celestial

Sois el primer coronel,

Que al atrevido Luzbel

Venciste en guerra campal,

Echando al fuego infernal

Su rabia y furioso anhelo.

Dad, etc.

 

Vos al pueblo de Israel

Sacasteis libre a buen puerto,

Y guiasteis en el desierto

Porque a Dios sirviese fiel,

Dándole por pan, aquel

Maná que bajó del cielo.

Dad, etc.

 

Cuando Cristo en oración

Estaba en el huerto triste,

Tú del cielo le trajiste

El consuelo en su aflicción;

Le animaste en la ocasión

De su mayor desconsuelo.

Dad, etc.

 

Las empresas más gloriosas

Fía Dios a tu destreza,

Y emplea tu fortaleza

En las más dificultosas;

Haces cosas tan pasmosas,

Que admiran a tierra y cielo.

Dad, etc.

 

Abogado y protector

De la Iglesia militante,

Cuidas siempre vigilante

De darle auxilio y favor;

Y cuanto el riesgo es mayor,

Tanto es mayor tu desvelo.

Dad, etc.

 

De vuestro amparo sagrado

Fiamos en nuestra muerte

Seguro el logro, y la suerte

De salvación, pues postrado

Huye el infierno turbado

Del brazo de vuestro celo.

Dad, etc.

 

V/. In conspectu Angelorum psallam tibi, Deus meus.

R/. Adorabo ad templum sanctum tuum, et confitebor nomini tuo.

 

OREMUS.

Omnipotens sempiterne Deus, qui saluti humanæ ex summa clementia tua, gloriosissimum Principem Ecclesiæ tuæ, Michaelem archangelum, mirabiliter deputasti, concede; ut ejus salutari subsidio, hic mereamur ab omnibus hostibus defendi, et in nostro obitu liberari, tuæque excelsæ majestati beatissime præsentari. Per Christum Dominum nostrum. Amen.

 

FIN.

 
NOVENA AL GLORIOSO PRÍNCIPE SAN MIGUEL
escrita por san Antonio María Claret
Nuestro agradecimiento a d. JORGE
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