miércoles, 18 de septiembre de 2024

SE HA DE LLEVAR LA CRUZ DESPUÉS DE CRISTO. JUEVES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.


 

SE HA DE LLEVAR LA CRUZ DESPUÉS DE CRISTO.

JUEVES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

JUEVES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

SE HA DE LLEVAR LA CRUZ DESPUÉS DE CRISTO.

 

1.- Si alguno quiere venir después de Mí (1). A tu arbitrio se te deja el querer esto. Ninguno es forzado: nadie es excluido. Para esto es necesaria una voluntad buena y seria; una veleidad no sirve. El que tuviere aquella, primeramente niéguese a sí mismo; no tanto dejando las cosas exteriores, sino más su juicio propio, su voluntad, malos afectos y deseos, y acabando con todo lo que pertenece al hombre viejo y amor propio. Esta es la primera letra de la perfección cristiana. ¡Dios bueno! ¡Qué poco o nada aprendí hasta ahora en ésta! ¡Cuánto me falta que aprender! Y ¿cuándo finalmente lo haré? A la verdad, si no tuviera más que una mera veleidad, nunca.

2.- Tome su cruz (2). Que es otra regla en este breve arte de la perfección. Por nombre de cruz entiende todas las adversidades de cuerpo y alma. Tómala según todas sus intenciones; según toda la latitud de su objeto, Iongitud de tiempo, grandeza de ánimo, profundidad de humildad, esto es: cualquiera cosa, siempre, constante y humildemente. Si estuvieras presente a Cristo cuando estaba pendiente de la cruz, ¿se lo negarías al verle morir por ti? Pues ni ahora debes negárselo, porque siempre lo está pidiendo: siempre se lo debes, porque lo merece siempre.

3.- Y sígame (1). Este es finalmente el complemento de la perfección, que se reduce a tres palabras: Abstente, sufre, obra. Mas no se alcanza con las obras de muchos años, * si no son las que deben ser. Sigue: mas ¿a quién? al que va delante de ti con su ejemplo, y animándote. Piensa la obligación del soldado con su capitán, del siervo con su señor, del hijo con su padre. Sigue. Mas ¿por cuánto tiempo? No se determina. Luego hasta la muerte. ¿Por qué camino? No lo señala. Luego por el suave y escabroso, pronto no menos para éste, que para aquél. ¿Qué has hecho en esto hasta ahora? Mira lo que en adelante has de hacer.

 

(1) Matth., 16. (2) Ibid. (3) Matth., 16.

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.