martes, 10 de septiembre de 2024

VIENE A CRISTO LA CANANEA A PEDIRLE POR SU HIJA. MIÉRCOLES DE LA DECIMOSEXTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


VIENE A CRISTO LA CANANEA A PEDIRLE POR SU HIJA.

MIÉRCOLES DE LA DECIMOSEXTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS..

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MIÉRCOLES DE LA DECIMOSEXTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

VIENE A CRISTO LA CANANEA A PEDIRLE POR SU HIJA.

 

1.- Y repara como una mujer cananea (1) luego que oyó que Cristo había venido, al punto saliendo de aquellos confines, logra la ocasión que se la ofrecía, y te enseña a salir al encuentro a la gracia, para que no se te pase en vano. Exclamó: Ten misericordia de mi, Señor Hijo de David; llena de fe, confianza y esperanza expone su pena por la enfermedad de su hija: Mi hija es vejada malamente del demonio. Nada pide, contentándose sólo con exponer su dolor y deseo. Cree, que como omnipotente puede, que quiere como piadoso: por lo demás todo se resigna en Él. ¡Con cuántas virtudes esta mujer, siendo aún gentil, te confunde!

2.- El cual no la respondió palabra (2) hasta que toda la fe modestia y prudencia de la mujer se manifestase, dice Eutimio. Si Dios dilata darte lo que le pides, juzga que es porque quiere que orando ejercites mas virtudes. Por tanto, no pierdas el ánimo ni desistas, sino insiste más en pedir. Los Discípulos compadecidos de la aflicción de la mujer, le rogaban diciendo: Despáchala. ¿Por qué? ¿Acaso porque lleve consuelo en su trabajo? ¿o porque sea Dios glorificado con el milagro ? No, sino: Porque da voces detrás de nosotros. Alegan su molestia, como imperfectos. Y, ¿no es por ventura tuya también esta imperfección? Pides de ordinario ser libre de algún mal, mas porque es gusto y provecho tuyo, que porque es gusto y gloria de Dios.

3.- Mas Él respondiendo dijo: No soy enviado sino a las ovejas que perecieron de Israel (3). Nada alcanza al parecer con sus clamores, ni con la intercesión de los Discípulos. Antes bien tan desabrida respuesta de un Señor tan manso y tan benigno, podía parecer repulsa. Persevera con todo en la concebida esperanza, y se aviva más su deseo. Mas esto mismo es lo que sumamente agrada a Jesús. Por tanto si te desecha, no te retires. Si te rechaza, llégate. La perseverancia sola es la que consigue; ¿Habéis venido, Señor, a las ovejas que perecieron? ¡0h! ¡Y qué consuelo tengo yo en esto! Aquí me tenéis, Señor, que me descarrié como oveja que pereció (4).

 

(1) Ibid. (2) Ibid. (3) Matth., 15. (4) Ps., 118.

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.