20 de junio. San Silverio, papa y mártir
Silverio, natural de Campania, fue elegido Pontífice tras el Papa San Agapito. Su doctrina y santidad brillaron en la condenación de los herejes, y su esforzado ánimo se manifestó en la defensa del Papa Agapito. Pues, habiendo este Sumo Papa depuesto de la sede de Constantinopla a Antimo, que defendía la herejía de Eutiques, Silverio, aunque rogado muchas veces por Teodora Augusta, se negó a reponerle en su sede. Por este motivo, Teodora, muy enojada, mandó a Belisario que enviara a Silverio al destierro. Desde el Ponto, donde fue enviado, escribió al obispo Amador estas palabras: “Aunque agobiado con el pan de la tribulación, y con el agua de la angustia, con todo, no he dejado ni dejo de cumplir mi deber”. Agotado por las incomodidades y los malos tratos, descansó en el Señor el día 20 de junio. Su cuerpo, trasladado a Roma a la Basílica Vaticana, resplandeció con muchos milagros. Gobernó la Iglesia algo más de 3 años, y creó en el mes de diciembre 13 Presbíteros, 5 Diáconos y 19 Obispos para diferentes lugares.
Oremos.
Pastor eterno, que cuidas de tu rebaño con amor: guárdalo con tu protección perpetua, por intercesión de San Silverio, mártir tuyo y sumo pontífice, a quien hiciste pastor de toda la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.