DÍA 3.
LA UNIÓN DE LOS CORAZONES
DE JESÚS Y MARÍA
MES DE AGOSTO EN HONOR
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman. (3 veces)
***
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
w Consideración diaria.
DÍA 3.
LA UNIÓN DE LOS CORAZONES
DE JESÚS Y MARÍA
Detengámonos a considerar las maravillas que Dios ha obrado en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, nuestra Reina y Madre. Maravillas que hacen su Corazón, único y excelente, por la unión con el Corazón de su divino Hijo Jesús.
Consideremos la unión estrechísima que ninguna otra criatura pudo experimentar con Nuestro Señor Jesucristo desde el momento de la Encarnación hasta el parto virginal: la vida del Niño Dios era la vida de María. El Dios eterno se hace esclavo de aquella que es su sierva, su vida depende de su criatura. La unión entre los Corazones de Jesús y María no se terminó con el parto, pues siempre se mantuvo durante la vida terrena del Señor. Dos Corazones que forman un solo Corazón, no en unidad de esencia, como la Unidad del Padre y del Hijo, sino en unidad de sentimiento, de afecto y de voluntad.
La Virgen sentía lo mismo que su Hijo, la Virgen amaba los mismo que Jesús, la Virgen quería y deseaba lo mismo que su Hijo Dios.
Al venerar y reparar el Corazón de María, hemos de pedir la gracia de llegar a tener esa unión de sentimientos, de afectos y voluntad con Ella y su divino Hijo.
Jesús y María, haced mi corazón semejante al vuestro: que yo tenga los mismos sentimientos, los mismos afectos, los mismos deseos de vuestros Corazones. Purificad mi corazón de los sentimientos, afectos y deseos que me apartan de vosotros. Elevad con la gracia divina aquellos sentimientos, afectos y deseos buenos que hay en mí para que todo lo haga en unión con vosotros. Amén.
wOraciones para terminar todos los días:
Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)
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CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
de San Antonio María Claret
¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.
Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.
Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.
Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.