DÍA 13.
LA VIRGEN NOS PIDE ACOGER SU CORAZÓN
MES DE AGOSTO EN HONOR
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman. (3 veces)
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Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
w Consideración diaria.
DÍA 13.
LA VIRGEN NOS PIDE ACOGER SU CORAZÓN
La Virgen Santísima muestra y ofrece su Corazón a la joven religiosa Lucía cumpliendo las palabras dichas en su segunda aparición en Fátima el 13 de junio de 1917, al manifestarle que debía quedarse en el mundo para dar a conocer su Inmaculado Corazón.
- ¿Me quedo aquí solita? - preguntó Lucía con dolor. -"No, hija- le dijo la Virgen, añadiendo: “¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios."
La Santísima Virgen nos ofrece su Corazón. Seamos agradecidos y correspondamos a este amor materno que hizo que Nuestra Señora ofreciera a su Hijo por nuestros pecados y se ofreciera junto a Él por la salvación del mundo. Recibamos este Corazón que nos ofrece en su mano para conocerlo y conocer así el misterio de Dios que Ella guardaba y meditaba.
Tomemos este Corazón para mejor imitarle en toda su vida, ofreciendo de una forma más agradable y perfecta nuestra gratitud y consuelo.
Ella nos ofrece su Corazón como refugio, escondámonos en Él en medio de las luchas, los trabajos, cansancios y agobios de la vida. El Corazón de la Virgen es refugio seguro para todos y en toda circunstancia, porque es el Corazón de aquella que es Virgen, Madre y Reina.
Cojamos este Corazón que se nos ofrece y guardémoslo en el nuestro para que, por su poder de Medianera de todas las gracias, vaya transformando el nuestro a semejanza del suyo y así poder conocer nuestro corazón y aprender a amar y a darnos a los otros.
wOraciones para terminar todos los días:
Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)
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CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
de San Antonio María Claret
¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.
Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.
Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.
Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.