DÍA 3. BREVE MES DE MARÍA. SANCTA DEI GENITRIX
Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.
+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Oración para comenzar todos los días:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén
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MES DE MARÍA
DÍA 3
CONSIDERACIÓN
Sancta Dei Genitrix (Santa Madre de Dios) — Si delante de Dios mucho valen las plegarias de los santos, ¡cuánto más valdrán las plegarias de María! Aquéllas son plegarias de siervos; éstas son plegarias de Madre. Decía san Antonino que, para Jesucristo, la súplica de María equivale a un mandato. Por lo cual añadía que era imposible que esta Virgen pidiese una gracia a su Hijo y que no le fuese concedida. Por esta causa, nos exhorta san Bernardo a pedir, por mediación de María, todas las gracias que queramos obtener de Dios: Pidamos gracia, y pidámosla por María, pues ella es Madre y siempre es escuchada. ¡Oh, gran Madre de Dios!, rogad a Jesús por nosotros. Mirad nuestras miserias y tened piedad de nosotros. Rogad y no dejéis nunca de hacerlo hasta que nos veáis salvos en el Paraíso. ¡Oh, María! Vos sois nuestra esperanza; no nos abandonéis. Santa Madre de Dios, rogad por nosotros.
EJEMPLO
Hubo en cierta ocasión una doncella que no tenía valor para confesar una falta cometida, y la callaba miserablemente al confesor, aunque la creía mortal. Un día de la Asunción de Nuestra Señora, se arrodilló delante de una imagen de María y le pidió la gracia de poderse sacar aquella espina, que amargaba toda su existencia, y poder vencer la vergüenza en confesar las culpas. María le concedió esta gracia y también tantas otras, que, habiendo llegado a gran perfección, mereció el título de Venerable (la venerable sor Isabel Fornari de Todi).
Si alguien sintiese una pena y una miseria semejante en su conciencia, que acuda a María, y así alcanzará el valor necesario para confesar debidamente las culpas y recuperará la paz y la alegría de la conciencia.
PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL
Hoy haremos la peregrinación y visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DE SAGRARIO, EN TOLEDO, y unidos en espíritu con todos los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que más nos convengan. (3 Avemarías)
FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA
Al despertar, después de haber invocado el Nombre de Jesús, invoca en seguida el dulcísimo nombre de María. Repetirlo con frecuencia durante el día.
DESPEDIDA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.