DÍA 28. BREVE MES DE MARÍA. LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA. HIJA DEL PADRE
Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.
+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Oración para comenzar todos los días:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén
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MES DE MARÍA
DÍA 28
CONSIDERACIÓN
La Inmaculada Concepción de María Santísima. Hija del Padre: Convino enteramente a las tres divinas Personas preservar a María de la culpa original. Convino al Padre, porque María era la hija primogénita. Así como Jesús fue el primogénito de Dios, igualmente María, destinada para ser Madre de Jesús, fue siempre considerada como la primogénita adoptiva de Dios, y por esto fue siempre poseída por Dios con la gracia. El Señor me poseyó en los comienzos de sus caminos. Por honra del Hijo convenía que el Padre preservase a la Madre de toda mácula de pecado. También convenía, porque esta Hija había de aplastar la cabeza de la serpiente infernal que había seducido al hombre, como se lee en el Génesis: Ella aplastará tu cabeza. ¿Cómo, pues, podía permitir que antes fuese esclava suya? Además, María estuvo destinada para ser abogada de los pecadores, y también por esto convenía que Dios la preservase de toda culpa, para que no apareciese como reo del mismo delito de los hombres por quienes había de interceder.
EJEMPLO
San Bernardo tenía la costumbre de saludar las imágenes de María. Una vez oyó que la Santísima Virgen le devolvía el saludo, pues al decir el santo: Dios te salve, María, le respondió la Madre de Dios: Dios te guarde, Bernardo.
Estemos seguros de que la Virgen, desde el Cielo, también corresponde fina y galantemente a nuestros saludos. Ella misma dijo a Santa Matilde que no puede ser saludada de mejor manera que con el Avemaría. Procuremos, pues, rezarla siempre con el mayor respeto y veneración, gozosos de poder de esta manera complacer a nuestra Madre.
PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL
Hoy haremos la peregrinación y la visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DE LOS OJOS GRANDES, EN LUGO, y unidos en espíritu con todos los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que nos convengan. (3 Avemarías)
FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA
Poner el mayor cuidado en apartar todas las ocasiones de pecar. Rezar el Bendita sea tu pureza en honor de la Inmaculada Concepción.
DESPEDIDA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.