ENCONTRAR LA PALABRA DE
DIOS EN LA SAGRADA ESCRITURA
Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
La liturgia es el lugar privilegiado para la
proclamación, la escucha y la celebración de la Palabra de Dios, pero es cierto
también que este encuentro ha de ser preparado en los corazones de los fieles
y, sobre todo, profundizado y asimilado por ellos. La vida cristiana se
caracteriza esencialmente por el encuentro con Jesucristo que nos llama a
seguirlo. Para ello es necesario una nueva etapa de mayor amor a la Sagrada
Escritura por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios, de manera que,
mediante su lectura orante y fiel a lo largo del tiempo, se profundice la
relación con la persona misma de Jesús».
San Jerónimo, gran enamorado de la Palabra de Dios, se
preguntaba: «¿Cómo se podría vivir sin la ciencia de las Escrituras, mediante
las cuales se aprende a conocer a Cristo mismo, que es la vida de los
creyentes?». Y daba este consejo a la matrona romana Leta para la educación de
su hija: «Asegúrate de que estudie cada día algún paso de la Escritura... Que
la oración siga a la lectura, y la lectura a la oración... Que, en lugar de las
joyas y los vestidos de seda, ame los Libros divinos».
Y al sacerdote Nepoziano le escribía: «Lee con mucha
frecuencia las divinas Escrituras; más aún, que nunca dejes de tener el Libro
santo en tus manos. Aprende aquí lo que tú tienes que enseñar».
Renovemos nuestro compromiso de profundizar en la
palabra que Dios ha dado a la Iglesia: podremos aspirar así a ese alto grado de
la vida cristiana ordinaria.
Cfr.
Verbum Domini,72