DÍA VIGÉSIMO TERCERO
La gratitud al Corazón de Jesús
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DÍA VIGÉSIMO TERCERO
La gratitud al Corazón de Jesús
MEDITACIÓN
Punto Primero. La gratitud es otro efecto del amor. Como este es tan liberal, enriquece en seguida al corazón que conquista, llenándole de gracias y generosas dádivas, y lo que así se ve favorecido, cuanto más ame, más sentirá su corazón, como oprimido, por el peso de tantos bienes, y no pudiendo otra cosa devolverá gratitud, quedando por esta causa como esclavo de aquel, cuyos tesoros tan liberalmente se le comunican ¡Oh! ciertamente, que así poseída el alma exclamará, como en un exceso de amorosa gratitud, con la amante del Corazón de Jesús: «Quiero sufrirlo todo sin quejarme, pues que el puro amor me impide el menor temor» ¡Oh puro amor de mi Dios! cuán invicta es la fortaleza que comunicas, cuando así dispone al alma a sufrir, que no la arredren los tormentos ¡Oh reconocimiento! fruto del amor y qué grandeza te comunica Dios, para efectuar tan asombrosas obras ¡Oh Jesús! Si vuestro amor es el origen de todo, abrasad mi corazón en esas llamas, que con ellas recibiré todo lo demás.
Punto Segundo. A cada momento nos da ejemplos la Beata Margarita María del agradecimiento, con que recibía las gracias de Nuestro Señor: «¡Ah! exclamaba, ¡qué bueno y misericordioso es Dios conmigo!» y otras veces: «¡Cuán grandes son las liberalidades de Nuestro Señor conmigo! Me sucede a veces, quedar como oprimida por ellas pudiendo solo decir: ¡Cantaré eternamente, las misericordias de mi Dios!» Qué extraño es después de esto, oírle estas palabras: «Sólo un negocio tengo yo y este es amar olvidarme y anonadarme, puesto que todo, consiste en amar a Dios y odiarnos nosotros mismos y paréceme este negocio de tanta importancia, que no encuentro tiempo bastante, que emplear en él» ¿No haremos nosotros lo mismo? Encontraremos aún cosa alguna, que merezca nuestra preferencia, fuera de esté único y verdadero amor ¡Oh Corazón de Jesús, Corazón deífico y abrasado de amor; quiero amaros y agradecer vuestras mercedes, ¡amaros y olvidar todo lo demás! Amaros y quedar perdido para siempre en ese piélago de amor ¡Qué triple dicha!
Jaculatoria. ¡Oh mi Dios, mi único y mi todo Vos sois todo para mí, y yo soy toda vuestra.
Efusiones de reconocimiento y humildad de la Beata
¡Ay, cuán bueno y misericordioso es Dios conmigo! Es para mí como mi Padre, lleno de la más amorosa ternura para su pequeño hijo.
Nunca se ha mostrado mi Dios tan bueno conmigo, no se aparta de mí, no obstante, mis grandes infidelidades; así es que no tengo más recurso que su adorable Corazón, que se ha hecho mi fiador y defensor.
¡Oh cuán grandes son sus liberalidades! Muchas veces no me permiten más que esta expresión.
PARA FINALIZAR
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado concebida.