DÍA VIGÉSIMO PRIMERO
El Corazón de Jesús, amigo fiel y constante
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DÍA VIGÉSIMO PRIMERO
El Corazón de Jesús, amigo fiel y constante
MEDITACIÓN
Punto Primero. El Corazón deifico de Jesús es el amigo más fiel y constante, que podemos tener ¡Miremos cómo le ha puesto la justicia vengadora del Padre, que ha descargado toda la ira, acumulada por nuestros pecados sobre Él, inocente y justo! Si le miramos por fuera, le veremos desangrado, llagado, coronado de punzantes espinas abrasado por las llamas, que, si son de amor, son también de dolor y, por último, ¡plantada como cetro una cruz! ¡Cuánto nos ha amado el Corazón de Jesús! ¡Qué fidelidad en su amistad! ¡Si le contemplamos por dentro, vémosle angustiado, oprimido, dolorido! ¡Ah! bien podemos exclamar de nuevo, ¡cuánto nos ha amado el divino Corazón de Jesús! ¿Buscarás después de esto, buscarás otro corazón, que no sea el suyo, para consagrarle todo tu afecto? ¿Quién mejor que el deifico Corazón comprenderá tus dolores, tus penas, tus sinsabores? Qué amigo más compasivo y amante, puedes encontrar ¡Oh divino Jesús mío! quiero tener a Vos sólo por amigo, aun cuando para ello haya de tener al mundo entero por enemigo.
Punto Segundo. ¡Qué generoso es en su amistad el amante Corazón de Jesús! «Todo cuanto es mío, es tuyo, nos dice por medio de su amante Margarita María: mis llagas, mi sangre, mis dolores, tuyos son; el amor que te tengo, hace comunes todos los bienes, déjame que posea tu corazón, por entero, yo abrasaré tus frialdades, y consumiré las tibiezas de tu amor, y servicio» ¡Oh! ¡qué grande es el amor de mi Jesús, qué ingenioso en procurar bienes, qué deseoso de excitar la confianza, qué hambriento de repartir beneficios! ¡Ah! en mis penas, en mis trabajos, en mis miserias, os abriré mi corazón, sin ir a buscar consuelo en los que no me lo pueden dar. Con toda confianza os diré con la amada esposa de vuestro Corazón, Margarita María: «¡Oh amigo de mi corazón, aquel a quien amáis, está enfermo! Visitadme para curarme, pues bien sé, que no podéis amarme, y dejarme juntamente languidecer en mis miserias».
Jaculatoria. ¡Cuán bueno es amar a un Señor tan amante!
Ejercicio de la Beata para la comunión espiritual
Padre eterno, yo os ofrezco mi entendimiento, a fin de que aprenda a no conocer otra cosa, que a Vos. Dulce Jesús mío yo os ofrezco mi memoria, para que no se acuerde más quede Vos. Espíritu Santo, todo caridad, yo os ofrezco mi voluntad, para que la abraséis con vuestro divino amor, adornad mi alma con vuestros siete dones y haced sea vuestro santo templo. Llenadme de vuestras gracias y preparad mi corazón para recibir a mi Dios espiritualmente. Divino Jesús mío, puesto que mis pecados me hacen indigna de recibiros en mi corazón, recibidme, Vos en el vuestro y unidme tan estrechamente a Vos, que nada sea capaz de apartarme un solo instante, abismad mi pequeñez y miseria en la grandeza de vuestras misericordias y transformarme toda en Vos, a fin de que no viva ya más que de Vos, en Vos y por vuestro amor. Venid, único objeto capaz de contentarme, a tomar posesión de este corazón, que es todo vuestro y que no puede estar ni un momento sin Vos.
Yo os doy gracias porque habéis querido daros espiritualmente a mi alma; yo me doy también toda a Vos sin reserva, a fin de que os dignéis hacer en mi cuanto deseéis hacer. Destruid este espíritu de amor propio; humillad cuanto quiera elevarse y anonadad cuanto os haga resistencia.
PARA FINALIZAR
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado concebida.