DE LA PERSONA DEL ETERNO PADRE
LUNES DE LA PRIMERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
LUNES DE LA PRIMERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA PERSONA DEL ETERNO PADRE
1.- ¿Yo por ventura, que doy a otros que tengan hijos, no engendraré también (1)? El Padre es el origen y fuente de las procesiones y perfecciones divinas; que de nadie procede, y de quien proceden las otras Personas; que, conociéndose a sí mismo, produce al Hijo, a quien comunica toda la esencia, y todas las absolutas perfecciones. ¿No alcanzas esto? Cautiva tu entendimiento en obsequio de la fe, adórale humildemente, alábale, glorifícale, ámale con todos los ángeles. 2. De tal modo engendra al Hijo, que con todo el Padre está en el Hijo, y el Hijo en el Padre. ¡Oh Padre! Concedednos que seamos una misma cosa, así como Vos y vuestro Hijo.
2.- De quien se nombra toda paternidad en el cielo y en la tierra (2). Ad intra, y necesariamente engendra un solo Hijo de una misma sustancia consigo; mas ad extra concede a muchos que sean y se nombren hijos de Dios, adoptivos por la gracia. Pondera ¡cuán gran Majestad es la que te adopta! ¡Cuán grande es la vileza del hombre que es adoptado! Tienes porque confundirte, habiéndote preciado tanto de otros títulos, y tenido en tan poco este de la filiación de Dios. Tienes porque alegrarte, de que puedas ser de Dios hijo y heredero. Tienes porque temer, y así en adelante te guardes de perderlo.
3.- En tu mano está la fortaleza y el poder (3). Aun-que las perfecciones absolutas y acciones ad extra sean también comunes a toda la Trinidad, con todo eso al Padre, porque es fuente y origen, se le atribuye el poder, por el cual tiene ser todo lo que es fuera de Dios. Tú también, sacado de la nada, eres por Él: todo lo que eres, de Él eres. Esto tu naturaleza misma, esto toda criatura te clamaba tantas veces: Él nos hizo, y no nosotros (4). Y tú sordo a esto, ¿cuántas veces reverenciaste más a las criaturas? ¿No te avergüenzas? Ve ahora como te debes portar.
(1) Is., 66. (2) Ephes., 3. (3) II Paral., 20. (4) Ps., 99.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.