domingo, 8 de marzo de 2015

EVANGELIO DEL DÍA: DICHOSOS LOS ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS Y LA PONEN EN PRÁCTICA.


III DOMINGO DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano

Estaba Jesús lanzando un demonio, el cual era mudo. Y así que hubo echado al demonio, habló el mudo, y todas las gentes quedaron muy admiradas.
Mas no faltaron algunos que dijeron: Por arte de Beelzebub, príncipe de los demonios, echa él los demonios.  Y otros, por tentarle, le pedían que les hiciese ver algún prodigio en el cielo.  Pero Jesús penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido; y una casa dividida en facciones, camina a su ruina.  Si, pues, Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo susbsistirá su reino?, ya que decís vosotros que yo lanzo los demonios por arte de Beelzebub.  Y si yo lanzo los demonios por virtud de Beelzebub, ¿por virtud de quién los lanzan vuestros hijos? Por tanto ellos mismos serán vuestros jueces.  Pero si yo lanzo demonios con el dedo de Dios, es evidente que ha llegado ya el reino de Dios a vosotros.  Cuando un hombre valiente bien armado, guarda la entrada de su casa, todas las cosas están seguras.

Pero si otro más valiente que él asaltándole le vence, le desarmará de todos sus arneses, en que confiaba, y repartirá sus despojos.  Quien no está por mí, está contra mí; y quien no recoge conmigo, desparrama.  Cuando un espíritu inmundo ha salido de un hombre, se va por lugares áridos, buscando lugar donde reposar, y no hallándolo dice: Me volveré a mi casa de donde salí.  Y viniendo a ella, la halla barrida y bien adornada.  Entonces, va, y toma consigo a otros siete espíritus peores que él, y entrando en esta casa fijan en ella su morada. Con lo que el último estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.  Estando diciendo estas cosas, he aquí que una mujer, levantando la voz de en medio del pueblo, exclamó: Bienaventurado el vientre que te llevó, y los pechos que te alimentaron.  Pero Jesús respondió: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios, y la ponen en práctica.
Lucas 11,14-28.