MISTERIOS GOZOSOS
Monición inicial:
Cercana ya el
Sagrado Triduo Pascual, la Iglesia nos invita a recoger nuestros sentidos e
introducirnos en los momentos culminantes de nuestra redención, uniéndonos
íntimamente a nuestro Señor Jesucristo y a su Madre y madre nuestra, la Virgen
Dolorosa.
Al contemplar
los misterios gozosos, contemplamos como el Verbo de Dios tomó nuestra
condición humana para sufrir por nosotros y pagar así el precio de nuestro
rescate.
Señor mío Jesucristo...
1.- La Anunciación a la Virgen y la Encarnación del Hijo de Dios
“Cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no
quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas
holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el
libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.” Hb
10, 5-7
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Teniendo, pues, hermanos, plena
seguridad para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, por este
camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es
decir, de su propia carne, y con un Sumo Sacerdote al frente de la casa de
Dios, acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los
corazones de conciencia mala y lavados los cuerpos con agua pura.” Hb 10, 19-22
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Por tanto, así como los hijos
participan de la sangre y de la carne, así también participó Cristo de las
mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al
Diablo, y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida
sometidos a esclavitud. Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos,
para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a
expiar los pecados del pueblo.” Hb 2, 14-15. 17
4.-La purificación de la Virgen y presentación del Niño Jesús
“No tenemos un Sumo Sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que
nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono
de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda
oportuna.” Hb 4, 14
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Sin fe es imposible agradar a Dios, pues el
que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le
buscan.” Hb 11, 6