INVOCACIONES
A SAN JOSE
EN
EL ESPÍRITU DE SANTA TERESA DE JESÚS
²
Guiados por el ejemplo de santa Teresa de Jesús que experimentó como San José
la socorrió en “todas las necesidades”; acudamos con confianza filial a su
intercesión porque “quiere el Señor darnos a entender que así como él le fue
sujeto en la tierra, así en el Cielo hace cuánto le pide.”
V/. Glorioso Patriarca san José,
R/.
Líbranos de los peligros, así de cuerpo como de alma.
V/. Te pedimos que contigo adoremos a
la Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos: Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo.
R/.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
²
Invoquemos a San José y tengámosle “verdadera devoción” y prestémosle
“particulares servicios” de amor y veneración,
“pues ayuda mucho a las almas que a él se encomiendan”:
V/. Glorioso Patriarca san José,
R/.
Haznos más aprovechados en la virtud.
V/. Te pedimos que contigo adoremos a
la Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos: Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo.
R/.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
²
Invoquemos a San José, modelo de vida
interior, para que sea nuestro “maestro” en el conocimiento de Dios “y no
erremos en el camino” de llegar a él.
V/. Glorioso Patriarca san José,
R/.
Sé nuestro maestro y enséñanos el camino de la oración.
V/. Te pedimos que contigo adoremos a
la Trinidad, y ahora y en la eternidad digamos: Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo.
R/.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
ORACION
A SAN JOSÉ
de
Santa Teresa de Jesús
Glorioso Patriarca San José,
cuyo poder sabe hacer posibles
las cosas imposibles,
venid en mi auxilio
en estos momentos de angustia y
dificultad.
Tomad bajo vuestra protección las
situaciones
tan serias y difíciles que os
encomiendo,
a fin de que tengan una feliz solución.
Mi bienamado Padre,
toda mi confianza está puesta en Vos.
Que no se diga que Os he invocado en
vano
y puesto que Vos podéis todo ante Jesús
y María,
mostradme que vuestra bondad es tan
grande
como vuestro poder. Amén.