viernes, 27 de marzo de 2015

EVANGELIO DEL DÍA: CONVIENE QUE MUERA UN SOLO HOMBRE POR EL BIEN DEL PUEBLO.


VIERNES DE LA I SEMANA DE PASIÓN
Conmemoración de los siete dolores de Nuestra Señora
Forma Extraordinaria del Rito Romano

Entonces los sumos sacerdotes y fariseos, juntaron consejo, y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y arruinarán nuestra ciudad y la nación.  En esto uno de ellos llamado Caifás, que era el sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis nada en esto, ni reflexionáis que os conviene el que muera un solo hombre por el bien del pueblo, y no perezca toda la nación.  Mas esto no lo dijo por iniciativa propia; sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, sirvió de instrumento a Dios, y profetizó que Jesús había de morir por la nación,

y no solamente por la nación judaica, sino también para congregar en un cuerpo a los hijos de Dios, que estaban dispersos.  Y así desde aquel día no pensaban sino en hallar medio de hacerle morir.  Por lo que Jesús ya no se dejaba ver en público entre los judíos, antes bien se retiró a un territorio vecino al desierto, en la ciudad llamada Efrén, donde moraba con sus discípulos.
Juan 11,47-54.