sábado, 28 de marzo de 2015

SANTO ROSARIO PARA EL TIEMPO DE PASIÓN MEDITADO CON LA CARTA A LOS HEBREOS


MISTERIOS GOZOSOS
Monición inicial: 
Cercana ya el Sagrado Triduo Pascual, la Iglesia nos invita a recoger nuestros sentidos e introducirnos en los momentos culminantes de nuestra redención, uniéndonos íntimamente a nuestro Señor Jesucristo y a su Madre y madre nuestra, la Virgen Dolorosa.
Al contemplar los misterios gozosos, contemplamos como el Verbo de Dios tomó nuestra condición humana para sufrir por nosotros y pagar así el precio de nuestro rescate.
Señor mío Jesucristo... 

1.- La Anunciación a la Virgen y la Encarnación del Hijo de Dios
“Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron —cosas todas ofrecidas conforme a la Ley— entonces, añade: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo.” Hb 10, 8-10
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa. Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,  sin abandonar nuestras propias reuniones, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándonos: tanto más, cuanto que ven que se acerca ya el Día.” Hb 10, 23-25
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó Cristo de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo, y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud. Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo.” Hb 2, 14-15. 17
4.-La purificación de la Virgen y presentación del Niño Jesús
“Así es Cristo, el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los cielos, que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo: y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.” Hb 7, 26-27
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

 “Sin fe es imposible agradar a Dios, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan.” Hb 11, 6