martes, 25 de junio de 2024

LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD QUE DIO CRISTO A NICODEMUS. MIÉRCOLES DE LA QUINTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD QUE DIO CRISTO A NICODEMUS.

MIÉRCOLES DE LA QUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MIÉRCOLES DE LA QUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD QUE DIO CRISTO A NICODEMUS.

 

1.- Así amó Dios al mundo, que le dio a su unigénito Hijo (1). Enseña la persona del Padre y su amor para contigo, que no pudo ser mayor, aunque se nos hubiera dado a sí mismo. Adora al Padre, reconoce su amor, dale gracias, retórnale tu amor, dale lo que es más grato a tus sentidos, o por mejor decir, todo lo que estima un alma elevada. Emplea en Él por correspondencia tus potencias todas. Merécelo por ser también Padre tuyo, aunque tú seas hijo que degeneres de tal.

2.- Vino la luz al mundo y amaron los hombres más las tinieblas que la luz (2). Enseña la persona del Hijo, bajo el nombre de luz, la cual es a saber: Ilumina todo hombre con celestial doctrina y ejemplos. Quieres ser hijo de la luz; mas tus tinieblas no comprendieron esta luz con el conocimiento, viva fe y con la imitación.  ¿Por ventura amas más las tinieblas del mundo, que los ejemplos y doctrina de Cristo?

3.- El Espíritu aspira a donde quiere, y tú oyes su voz; mas no sabes de dónde viene, y a dónde va (3). Enseña la persona del Espíritu Santo. Cree en Él, confiésalo, adóralo, oye su voz; porque te habla por las Escrituras, por las criaturas, por las inspiraciones. Propio es de un ingrato no saber de dónde venga, o no atender a los principios de las inspiraciones y de la gracia; o adónde vaya, o no mirar al fin a que dirige, para que cooperes. ¡Qué profundamente estás sumergido en esta miseria!

 

(1) Ibid. (2) Joan., 3. (3) Ibid.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.