lunes, 3 de junio de 2024

PROSIGUE LA DISPOSICIÓN PARA RECIBIR LA EUCARISTÍA. MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


 

PROSIGUE LA DISPOSICIÓN PARA RECIBIR LA EUCARISTÍA.

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

PROSIGUE LA DISPOSICIÓN PARA RECIBIR LA EUCARISTÍA.

 

1.- A sus pobres hartará de panes (1). Feliz es la po­ breza, que sola, como dice Ruperto (2), come la gran limosna del Rey de Reyes que da: no otra que a sí mismo. Dase, pues, aquel pan, como limosna del gran Dios. Anonádate, aniquílate para hacerte pobre, y así digno de ella. Arroja el amor del siglo y su vanidad.  Así como indigna e injustamente recibe limosna el que es rico, así indignamente recibe la Eucaristía el que se prenda y deja llevar de las cosas del mundo. Sabe que el que a los hambrientos, o a los pobres, llena de bienes, ese mismo a los ricos echa de si vacíos (3). Y esta es acaso la causa del poco fruto que sacas de tan frecuente participación de este misterio.

2.- Si alguno tiene sed, venga a Mí, y beba (4). Una cierta sed, hambre y deseo de este manjar se ha de llevar, y muy encendido, a esta mesa. Aquella fuente de gracias sacramentales no corre sino para el sediento. Al que tiene sed, daré de la fuente de la vida (5). Porque es conveniente, dice san Bernardo (6), que el ardor del santo deseo vaya adelante, y le lleve toda alma a quien Él ha de venir. ¡Oh alma tibia! ¿No tendrías por sacrilegio tener náusea de este pan? Pues a la verdad muy próxima estas a ella, si no le deseas con fervor. Excita, pues, en ti, siempre que has de llegar a Él, un deseo ardiente, el que nacerá de la fe actual de la excelencia de esta comida, del amor de Dios para contigo, de los frutos que dimanan de la Eucaristía.

3.- Cuando fueres convidado d las bodas, siéntate en último lugar (7). Has de llegar al convite nupcial de Dios, que se desposa contigo. ¿Quién eres tú? ¿Quién Él? ¿No reconoces en su grandeza tu indignidad? Pero puedes hacerte digno, si eres humilde con ingenuo corazón. Miró a la humildad de su sierva (8), para entrar en su sacratísimo vientre: así también no despreciará tu humildad. ¡Y cuanta materia tienes de confundirte, si ponderas bien quién eres tú, quién es Él!

 

(1) Psalm., 131. (2) In c. 6 Joan. (3) Luc., 1. (4) Joan., 7.

(5) Apoc., 21. (6) Serm. 31 in Cant. (7) Luc., 14.

(8) Luc., 1.

 

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.