lunes, 21 de noviembre de 2022

21 de noviembre. La presentación de la Virgen María

 

21 de noviembre. La presentación de la Virgen María

 

Del libro de S. Juan Damasceno sobre la fe ortodoxa.

Lib. 4 cap. 15.

Joaquín contrajo matrimonio con Ana, mujer escogida y digna de los mayores encomios. Semejante a la antigua Ana, que, hallándose afligida por la esterilidad, obtuvo, gracias a sus oraciones y a su voto, ser madre de Samuel, así ella obtuvo del Altísimo, también con sus oraciones y una promesa, serlo de la Madre de Dios, de manera que ni por este concepto debe posponerse a las mujeres más ilustres. Así pues, la gracia (tal significa el nombre de Ana) dio a luz a la Soberana (esto significa el nombre de María). La cual fue constituida en verdad soberana de todas las cosas creadas al ser erigida Madre del Creador. Vio la primera luz en la casa de Joaquín, llamada piscina probática, y fue luego conducida al templo. Plantada en la casa del Señor y nutrida por el Espíritu Santo, tal olivo fructífero, fue santuario de todas las virtudes, apartando su corazón de todas las concupiscencias de esta vida y de la carne, y siendo virgen en el alma y en el cuerpo, cual convenía a la que debía recibir al mismo Dios en sus entrañas.

 

Del libro de S. Ambrosio, obispo, sobre las Vírgenes.

Libro 2.

La conducta de María fue tal, que su vida nos sirve a todos de enseñanza. Vamos a demostrarlo. ¡Cuántas virtudes brillan en esta sola Virgen! Vemos en Ella un misterio de pudor, un dechado de fidelidad, un modelo de devoción. Como virgen, pasa la vida en el hogar, como esposa se dedica a los cuidados domésticos, como madre lleva su Hijo al templo. ¡Oh, cuántas vírgenes la verán salir a su encuentro! A cuántas, abrazándolas, conducirá al Señor, diciendo de cada una: He aquí a la que no conoció jamás otra alianza que la de mi Hijo; y que se mantuvo siempre con pureza inviolada, su digna y fiel esposa!

¿Qué decir de la frugalidad de María y del cúmulo de sus ocupaciones superiores a las que la naturaleza puede soportar? Frugalidad más rigurosa de lo que la naturaleza puede resistir. Sus ocupaciones no le dejaban un momento libre; sus ayunos eran cotidianos. Y cuando consentía en tomar alimento, que escogía siempre entre los más ordinarios, comió lo indispensable para sostenerse, y nunca para complacer al gusto. Dormía por necesidad, y no por placer; y mientras reposaba, su espíritu velaba, y meditaba en sueños sus lecturas, o proseguía los pensamientos interrumpidos por el sueño, ocupándose de lo que había premeditado o premeditando lo que debía hacer.

 

Oremos.

Oh Dios, que quisiste que en este día fuese presentada al templo la bienaventurada María, morada del Espíritu Santo; te suplicamos nos concedas por su intercesión que merezcamos ser presentados en el templo de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.


YO SALUDO, OH MARÍA, TU PRESENTACIÓN. Oración de San Luis María Grignon de Montfort

LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN EN EL TEMPLO. San Alfonso María de Ligorio

ANTÍFONAS DE LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN. Liturgias Orientales

LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN. San Juan Bautista de la Salle