domingo, 20 de noviembre de 2022

CUANDO OS INVADA EL DESEO DE PECAR, PENSAD EN EL TRIBUNAL DE JESUCRISTO. San Basilio Magno

 


CUANDO OS INVADA EL DESEO DE PECAR, PENSAD EN AQUEL TERRIBLE Y FORMIDABLE TRIBUNAL DE JESUCRISTO. San Basilio Magno

 

Lecciones del II Nocturno de Maitines

Último Domingo después de Pentecostés

 

Sermón de San Basilio Magno

sobre el Salmo treinta y tres.

Cuando os invada el deseo de pecar, pensad en aquel terrible y formidable tribunal de Jesucristo, donde Él estará sentado como juez en un trono prominente y elevado. Toda criatura comparecerá allí de pie y temblando en su gloriosa presencia; todos daremos cuenta de los actos de nuestra vida. Los que cometieron muchas maldades se verán rodeados de ángeles terribles y horrorosos, de mirada encendida, respirando fuego, mostrando por estos signos la crueldad de sus propósitos y de rostros sombríos, tenebrosos como la noche, reveladores de su amargura y del odio que profesan a los hombres.

Representaos una sima profunda, llena de espesísimas tinieblas; un fuego sin resplandor, apto para quemar, pero desprovisto de luz; una especie de gusanos venenosos, que devoran la carne sin tregua ni descanso, pero que nunca se sacian, produciendo por sus mordeduras dolores intolerables; y el más riguroso de todos los suplicios, el oprobio y la confusión sin fin. Temed todo esto, y servíos de este temor como de un freno para impedir que vuestras almas sean arrastradas al pecado por la concupiscencia.

Este temor del Señor es el que el Profeta prometió enseñar a los que quisieran escucharlo; no a los que se han alejado, sino a los que corren afanosos en busca de la salvación; no a los que se desentienden de las promesas, sino a los que por el bautismo de los hijos de adopción, se han reconciliado e incorporado al mismo Verbo. '‘Venid", acercaos a mí por las buenas obras “hijos míos”, que habéis merecido por la regeneración convertiros en hijos de la luz; “escuchad”, vosotros que tenéis abiertos los oídos del corazón; “os enseñaré el temor del Señor” del que acabamos de tratar en nuestro discurso.