martes, 29 de noviembre de 2022

DÍA 30. CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS

DÍA 30

CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS

 

*

ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

 

Ejercicio de Preparación para una buena muerte extractado de los textos de San Alfonso María de Ligorio

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, hagamos un acto de contrición, reconociéndonos pecadores:

 

Señor mío Jesucristo,

Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.

Por ser Vos quien sois, Bondad infinita,

y porque os amo sobre todas las cosas,

a mí me pesa de todo corazón haberos ofendido.

También me pesa porque podáis castigarme

con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia

propongo firmemente nunca más pecar,

confesarme y cumplir la penitencia

que me fuera impuesta. Amén

 

*

MEDITACIÓN DIARIA ASIGNADA A CADA DÍA

 

DÍA 30

CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS

Y la vida, en su voluntad. Salmo 29, 6

 

La perfección del amor es la unión de nuestra propia voluntad con la voluntad divina, porque en esto se cifra—como dice el Areopagita—el principal efecto del amor, en unir de tal modo la voluntad de los amantes, que no tengan más que un solo corazón y un solo querer.

Tal ha de ser el blanco de nuestros deseos, de nuestras devociones, comuniones y demás obras piadosas, el cumplimiento de la voluntad divina. Este debe ser el norte y mira de nuestra oración: el impetrar la gracia de hacer lo que Dios quiera de nosotros.

El Beato Enrique Susón exclama: «Preferiría ser el gusano más vil de la tierra, por voluntad de Dios, que ser por la mía un serafín.»

Para esto hemos de pedir la intercesión de nuestros santos protectores, y especialmente de María Santísima, para que nos alcance luces y fuerzas, con el fin de que se conforme nuestra voluntad con la de Dios en todas las cosas, y sobre todo en las que repugnan a nuestro amor propio.

Todo acaece por la divina voluntad, así los bienes como los males. Llamamos males a ciertos accidentes, porque nosotros les damos ese nombre, y en males los convertimos, pues si los aceptásemos como es debido, resignándonos en manos de Dios, serían para nosotros, no males, sino bienes.

El pecador es mudable como la luz de la luna, que hoy crece y otros días mengua. Ora se muestra alegre y tranquilo; ora afligido y furioso. Cambia y varía, en fin, como las cosas prósperas o adversas que le suceden. Pero el justo, como el sol, se mantiene en su ser con igualdad y constancia. Ningún acaecimiento le priva su dichosa tranquilidad, porque esa paz de que goza es hija de su conformidad perfecta con la voluntad de Dios.

No olvidemos la tercera petición del Padrenuestro: «Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo.» Digámosla a menudo, con gran afecto, y repitámosla muchas veces... ¡Dichosos nosotros si vivimos y morimos diciendo: Fiat voluntas tua!

 

AFECTOS Y SÚPLICAS

Amadísimo Redentor, divino Rey de mi alma, reinad en ella, desde ahora, únicamente Vos. Aceptad mi voluntad toda, de modo que no desee, ni quiera, sino lo que Vos queráis. Bien sé cuánto os he ofendido oponiéndome a vuestra santa voluntad, y de ello me pesa y me arrepiento de todo corazón.

Desde ahora os consagro mi vida y acepto la muerte que me enviéis, con todos los dolores y circunstancias que la acompañen, uniendo este sacrificio al gran sacrificio de vuestra vida que Vos, Jesús mío, hicisteis en la cruz por mí. Deseo morir a mí mismo, para que se cumpla vuestra voluntad

¡Oh, María, Madre y Señora nuestra, que cumpliste continuamente la voluntad divina!, alcanzadme Vos que la cumpla yo también. Reina de mi vida, concededme esa gracia que por vuestro amor a Cristo espero conseguir.

*

 

PARA FINALIZAR CADA DÍA

 

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, descanse en vos el alma mía.

*

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

También pueden utilizarse SÚPLICAS FINALES A JESÚS CRUCIFICADO  PARA OBTENER LA GRACIA DE UNA BUENA MUERTE http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2022/10/suplicas-jesus-crucificado-para-obtener.html?m=1