viernes, 18 de noviembre de 2022

18 de noviembre. Dedicación de las basílicas de san Pedro y san Pablo

 

18 de noviembre. Dedicación de las basílicas de san Pedro y san Pablo

Entre los santuarios venerados en otro tiempo por los cristianos, los más célebres y frecuentados eran aquellos en que habían sido sepultados los cuerpos de los santos o en que se encontraba algún vestigio o algún recuerdo de los mártires. El primero entre estos santuarios, lo ocupó siempre la parte del Vaticano llamada Confesión de San Pedro. Los Cristianos acudían allí de todos los lugares del mundo como a la piedra firme de la fe y al fundamento de la Iglesia, y veneraban con suma religión y piedad el lugar consagrado por el sepulcro del príncipe de los Apóstoles.

Constantino el Grande vino allí a los ocho días de su bautismo; y quitándose la diadema y postrado en tierra, derramó muchas lágrimas. Luego, tomando un azadón y un escardillo, cavó el suelo; y sacando doce espuertas de tierra, en honor de los doce Apóstoles, designó lugar a la basílica de San Pedro y mandó la construcción de una iglesia. El Papa San Silvestre hizo su dedicación el día 18 de noviembre, con los mismos ritos que en la consagración de la iglesia de Letrán, el día 9 del mismo mes. Erigió en ella un altar de piedra, que ungió con el sagrado crisma, y dispuso que sólo se construyeran altares de piedra. El mismo Papa dedicó la basílica del Apóstol San Pablo, edificada con gran magnificencia en el camino de Ostia por el mismo emperador Constantino, quien dotó con grandes riquezas a dichas basílicas y las adornó con espléndidos presentes.

El mismo Papa Silvestre dedicó la basílica del Apóstol San Pablo, edificada con gran magnificencia en el camino de Ostia por el mismo emperador Constantino, quien dotó con grandes riquezas a dichas basílicas y las adornó con espléndidos presentes.

Amenazando la basílica vaticana ruina por la acción del tiempo, fue, por la devoción de muchos Pontífices, totalmente reconstruida según un plan más vasto y magnífico. Urbano VIII la consagró solemnemente en el año 1626, en la misma fecha en que había sido consagrada en su primera erección. Respecto a la basílica de la vía Ostiense, fue casi totalmente destruida por un incendio en 1823; pero gracias a los cuidados de cuatro Papas, ha sido reedificada con mayor esplendor, y como vengada de su desastre. Ofreciose a Pío IX una ocasión para su consagración: la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, que había atraído a Roma, de las más remotas regiones del orbe católico, a muchos cardenales y obispos. La dedicó, pues, solemnemente, rodeado de esta corona de miembros del Sacro Colegio y de obispos, el 10 de diciembre de 1854, fijando en este día la conmemoración de esta solemne Dedicación.

 

Oremos.

Oh Dios, que cada año renuevas el día de la consagración de este tu santo templo, y representas siempre incólumes los sagrados misterios: escucha propicio las súplicas de tu pueblo, y concede al que viniere a pedirte beneficios a este santo templo, que su alma se llene de gozo al ver cumplidos sus deseos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.

 

ORACIÓN EN LA FIESTA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO. Liturgia mozárabe