viernes, 25 de noviembre de 2022

25 de noviembre. Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir

 


25 de noviembre. Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir

La ilustre virgen Catalina nació en Alejandría. Añadió desde su juventud el estudio de las artes liberales a los ardores de la fe, alcanzando en poco tiempo la más alta perfección de doctrina y de santidad; tanto, que a los 18 años aventajaba en ciencia a los hombres más sabios. Viendo arrastrar al suplicio, por orden de Maximino, a muchos cristianos que ya habían sido atormentados por causa de su fe, no temió el presentarse ante el tirano, echándole en cara su impía crueldad y demostrándole con razones sabias la necesidad de la fe en Jesucristo para la salvación.

Maximino, admirado ante la ciencia de Catalina, mandó retenerla; y reuniendo de todas partes a los sabios más ilustres, les prometió espléndidas recompensas si lograban convencerla de la falsedad de la fe de Cristo y conducirla al culto de los ídolos. Pero sucedió lo contrario: varios de los filósofos, inflamados por la fuerza y la sutileza de los argumentos de Catalina, sintieron tan gran amor a Jesucristo, que no habrían vacilado en morir por su causa. Maximino, entonces, se propuso quebrantar las convicciones de Catalina con halagos y promesas. Pero viendo la inutilidad de su intento, mandó azotarla con varas y látigos con bolitas de plomo, encerrándola luego en la cárcel durante once días, sin alimento ni bebida.

Pero la esposa de Maximino y Porfirio, general de sus ejércitos, fueron a la prisión para ver a la joven virgen. Persuadidos por sus discursos, creyeron en Jesucristo, recibiendo luego la corona del martirio. Mientras, Catalina fue sacada de la cárcel, donde había preparada una rueda con agudas cuchillas para despedazar el cuerpo de la virgen, y que, a sus oraciones, se hizo añicos; fueron muchas las personas que en vista de este milagro abrazaron la fe. Pero Maximino, obstinado cada vez más en su impiedad y crueldad, mandó decapitar a Catalina, quien presentó su cerviz al hacha del verdugo, y voló al cielo con el doble galardón de la virginidad y del martirio, el 25 de noviembre. Su cuerpo fue transportado por los ángeles al monte Sinaí, en Arabia.

 

Oremos.

Oh Dios, que diste la Ley a Moisés en la cumbre del monte Sinaí, y en el mismo lugar por ministerio de los ángeles colocaste admirablemente el cuerpo de tu bienaventurada virgen y mártir Catalina; te rogamos nos concedas que, por sus méritos e intercesión, consigamos llegar a la montaña que es el mismo Cristo. Que vive y reina en unión del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.