jueves, 3 de noviembre de 2022

LOS SANTOS BRILLARÁN COMO ESTRELLAS ETERNAMENTE. SAN BEDA EL VENERABLE

 


LOS SANTOS BRILLARÁN COMO ESTRELLAS ETERNAMENTE. 

SAN BEDA EL VENERABLE

 

Sermón de S. Beda el Venerable, Presbítero.

Sermón 18 sobre los Santos.

Ya no habrá nunca discordia, sino acuerdo y conveniencia; todos los santos estarán unidos en un solo sentimiento, de donde se originará aquella paz y alegría, quietud y tranquilidad propias del cielo. Brilla allí una luz perpetua, diferente de la de este mundo; más resplandeciente cuanto mayor es la felicidad que allí se disfruta. En aquella ciudad, según la Escritura no se echará de menos la luz del sol porque la claridad de Dios la iluminará, y su antorcha será el Cordero. Los Santos brillarán como estrellas eternamente, y los que hubieren instruido a las multitudes, como la luz del firmamento.

Allí no habrá noche ni obscuridad, ni cielo cargado de nubes, ni frío riguroso, ni calor excesivo, sino un equilibrio tan perfecto en todo, “que ni ojo alguno vio nada semejante, ni oreja lo oyó, ni pasó por el pensamiento a ningún hombre”, a no ser aquellos “cuyos nombres se hallan escritos en el libro de la vida, que lavaron sus vestiduras en la sangre del Cordero, y están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche”. Allí no hay vejez, ni ninguna de las miserias inherentes a la misma, porque “todos han llegado a la edad del varón perfecto, a la medida de la edad perfecta de Cristo”.

Mejor aún que todo esto será el estar asociado a los coros de los Ángeles y de los Arcángeles, de los Tronos y de las Dominaciones, de los Principados y de las Potestades; el disfrutar de la compañía de todas las Virtudes de la corte celestial; el contemplar los diversos órdenes de los Santos, más resplandecientes que los astros: los Patriarcas, iluminados por su fe; los Profetas, radiantes de esperanza y de alegría; los Apóstoles, prontos a juzgar las tribus de Israel y al mundo entero; los Mártires, ceñidos con la diadema rutilante y purpúrea de su victoria; y a las Vírgenes, coronadas de blancas flores.